La casa flamenca, hogar de la bailaora Ana Mandujano Farruk, Titiritrián, recibió a Pilar Fernández en el tableado; en el toque al oriundo de San Miguel de Allende, Juan Rosas; y en el cante al español Cachito Díaz, quienes ofrecieron el espectáculo favorito para muchos durante el pasado fin de semana.
Degusataron bocadillos al más puro estilo español, incluyendo uvas envueltas con queso crema y ajonjolí; salami, jamón serrano, queso manchego y frutas; cada uno de los asistentes le dieron la bienvenida a los protagonistas del flamenco con múltiples y calurosos aplausos que fueron encendiendo los ánimos para sentir la pasión de este género musical que se da sobre todo en Andalucía y zonas de Extremadura y la Región de Murcia en España.
Como un abanico e experiencias, empezó primero el llanto de la guitarra, cuyo alarido, sin romper las copas, encendió la magia de la avecina madrugada, era inútil callarla, además de imposible, puesto que naciendo de las manos de Juan Rosas, lloró sin monotonía, floreando en las manos y los pies de las bailaoras con temperatura caliente.