En un centro budista de la ciudad se llevó a cabo uno de los tres eventos anuales donde diversos maestros imparten seminarios sobre temáticas como meditación y espiritualidad. En está ocasión, también se llevó a cabo el décimo aniversario del espacio de meditación, por lo cual se recibió por segunda vez en la ciudad queretana, la presencia de Anyen Rinpoché, maestro budista quien fue criado en una familia de pastores yak al este del Tíbet entre montañas boscosas.
Antes de las siete de la noche, hora de inicio, la gente, incluyendo estudiantes del centro, ya se encontraban en sus lugares. El ambiente estaba rodeado de armonía y tranquilidad, mientras que con sumo respeto y silencio entró el maestro.
Julián Veliz, coordinador del centro presentó al maestro Anyen Rinpoché, quien comenzó la clase hablando acerca de la tendencia que los seres humanos tienen de ver lo gris de la vida, obsesionados en la individualidad de una forma egoísta, evitando la posibilidad de sanar las emociones y sobre todo, ayudar a otros, desde una perspectiva amorosa. Junto a él, estaba Allison Choying Zangmo, estudiante de Rinpoché desde varios años atrás, y hoy en día, su actual traductora.
Es importante destacar que el seminario profundizó en los medios para sanar el interior del ser humano como vía también para sanar al mundo, a través de actitudes de compasión y así mismo, de sabiduría. Transformar desde el interior para convertirlo en hábito, pensando más en el servicio a otros que en el ser egoísta, atrayendo con ello, el gozo y la energía para una vida más plena.
El coordinador, Julián Veliz, y Dulce Rico Nachelly, también coordinadora, comentaron al DIARIO DE QUERÉTARO que los seminarios tienen como objetivo desarrollar las mentes y exaltar cualidades del corazón, como: la compasión y el amor bondadoso. Así mismo, que la experiencia busca ayudar a los estudiantes y público en general a que aprendan a lidiar y domesticar la mente, siendo además un espacio para promover la cultura tibetana.