Para quienes la conocen saben que Rachel De Tagle ha sido una guerrera, que todo lo que se propone lo consigue a base de trabajo, dedicación y que tiene un gran potencial para llegar muy alto. Estudió la carrera de Administración de Negocios de Comunicación y Entretenimiento, justamente porque desde pequeña incursionó en el ambiente de la farándula influenciada por su mamá, quien ha sido su cómplice y apoyo en todo lo que ha realizado.
“En esta carrera encontré el complemento a lo que ya venía realizando que es teatro, modelaje, baile, conducción y lo sustenté con la administración, números, tabuladores, porque al final de cuentas yo soy mi propio negocio”, plática en exclusiva para los lectores de Diario de Querétaro.
En su paso por la universidad trabajó para conocidas firmas de restaurantes en el estado, llevando relaciones públicas y de la mano colaboró con actividades altruistas dentro de la institución. Con tan sólo 23 años y recién graduada en medio de la pandemia por Covid-19, la modelo como todos, tuvo que permanecer en casa y ese tiempo a solas, la llevó a la meditación y buscar la espiritualidad que hace tiempo había dejado, se dedicó a leer libros como “El poder de la vida”, “Muchos libros muchos maestros”, entre otros.
Fue en medio del confinamiento y ante las lamentables pérdidas de personas, entendió que lo que estaba haciendo no la llenaba y definitivamente no era feliz; se replanteó nuevamente, el quien era, a donde quería dirigirse y sobre todo lo que le llenara el alma; regresando nuevamente al ruedo, comenzó donde se quedó y buscó una meta. “consigo lo que me propongo, no importa lo que tarde, soy obstinada y nada me detiene”. Así comienza su búsqueda para trabajar en los Estados Unidos, con las grandes firmas en Nueva York, no sólo modelando, también en producción, fashion show y organización. Por lo pronto está aplicando para un programa estadounidense en el que recibe una paga y con eso comenzaría a darse a conocer en el mundo anglosajón.
Para ella no existen límites, se autodenomina con un espíritu libre y que sólo se vive una vez, así que espera que en el primer semestre del año se pueda establecerse oficialmente en la Unión Americana. Y mientras le dan el visto bueno, ella sigue modelando y posando para la cámara de Sergio Macedo con quien lleva trabajando 8 años, “He posado para él desde los 15, siempre he admirado su talento y profesionalismo, le tengo mucha confianza y me siento muy a gusto en sus sesiones”.