Charlene de Mónaco, todavía convaleciente de las operaciones que sufrió el año pasado, reaparece este viernes en la vida pública no como princesa, sino como heroína manga, con una breve intervención en la sexta entrega de la novela gráfica franco-japonesa "Blitz".
El volumen le dedica cuatro páginas en las que la esposa de Alberto II se dirige junto a su guardaespaldas al casino de Monte-Carlo para dar una conferencia. Allí, según adelantó este jueves el diario Le Parisien, se cruza con dos niños que esperan con impaciencia una competición de ajedrez en el Principado.
La antigua nadadora olímpica dio su visto bueno a este proyecto: "La idea de participar en esta aventura me sedujo inmediatamente y agradezco a Cédric Biscay (el guionista y creador) haberme invitado a descubrir el universo manga", apuntó en declaraciones ofrecidas por escrito a ese rotativo.
Biscay conoce a la princesa desde hace años y le pidió colaborar en este nuevo volumen hace aproximadamente uno. "Aceptó al momento. Después vio las viñetas y no pidió hacer ningún cambio", señala el creador, residente en Mónaco y jefe de la productora Shibuya Production.
Alberto II había aparecido ya en el cuarto tomo, publicado en junio de 2021.
"Cuando la acción transcurre en Mónaco, me parece normal y 'cool' meter en la historia a las personalidades más importantes del Principado", justifica el autor, que para este último lanzamiento ha contado con la complicidad del excampeón mundial de ajedrez Garry Kaspárov.
A su juicio, integrar a personajes reales en la trama "da credibilidad al género, que a menudo está considerado como algo para niños".
Charlene, de 44 años, enfermó en Sudáfrica, su país natal, durante un viaje oficial en mayo del año pasado. Desde entonces se ha tenido que someter a varias intervenciones, algunas de ellas bajo anestesia general, por una complicación en una infección otorrinolaringológica.
Aunque volvió a Mónaco a principios de noviembre, poco después se marchó a un destino desconocido. La explicación oficial que se dio es que su estado de cansancio no le permitía afrontar sus obligaciones de princesa y que la recuperación necesitaba que se preservara su privacidad.
A finales de enero, el Palacio monegasco informó en un comunicado de que su convalecencia todavía iba a durar "varias semanas", pero precisó que su evolución continuaba "de forma satisfactoria y muy alentadora".