El nuevo emir de Kuwait, Nawaf Al Ahmad Al Sabah, prestó juramento para suceder a su hermanastro, el jeque Sabah, fallecido la víspera en Estados Unidos a los 91 años, y cuyos restos llegaron este miércoles a este rico país petrolero del Golfo.
Gran mediador considerado el artífice de la política exterior del Kuwait moderno, el jeque Sabah reinó durante 14 años. Falleció el martes en Minnesota (norte de Estados Unidos), donde había estado recibiendo tratamiento en el hospital desde julio.
Sus restos llegaron a bordo de un Airbus A340 al aeropuerto de Kuwait, donde había una comitiva con el nuevo emir y otros responsables. Todos llevaban mascarilla para protegerse del covid-19.
El cuerpo, recubierto con una bandera nacional, fue trasladado en un convoy a la mezquita Bilal ben Rabah para las oraciones antes del entierro.
Según el palacio real, los funerales estarán "limitados a los familiares del emir", una medida destinada probablemente a evitar grandes multitudes en plena pandemia de coronavirus. El país inició un período de duelo nacional de 40 días.
Horas antes, el nuevo emir, Nawaf Al Ahmad Al Sabah, de 83 años, había prestado juramento en el Parlamento.
"Les prometo que haré lo mejor que pueda y todo lo que esté a mi alcance para preservar Kuwait, su seguridad y estabilidad, y garantizar la dignidad y el bienestar del pueblo", dijo, visiblemente emocionado, tras prestar juramento.
El fallecido jeque Sabah era considerado como un decano de la diplomacia en un Golfo sacudido por más de cinco décadas de crisis y conflictos.
Vivió la guerra Irak-Irán (1980-1988) durante la cual su país era un aliado de facto de Bagdad, aunque luego vino la invasión de Kuwait por las tropas de Sadam Husein en 1990 y las crisis en el seno del Consejo de Cooperación del Golfo.
Los dirigentes mundiales y los kuwaitíes elogiaron el legado del difunto emir, cuyo país es un gran aliado de Estados Unidos y de Arabia Saudita, aunque mantiene buenas relaciones con Irán.
Coronavirus y caída del precio del petróleo
El jeque Nawaf, que ocupó altos cargos durante décadas en este país miembro de la OPEP, se puso al frente del país en un momento en que Kuwait se enfrenta a las consecuencias de la crisis del coronavirus, que provocó una fuerte caída de los precios del petróleo y graves consecuencias económicas para los Estados del Golfo.
Nacido en 1937, el jeque Nawaf es el quinto hijo del jeque Ahmed Al Jaber Al Sabah, que gobernó Kuwait desde 1921 hasta su muerte en 1950. Nombrado príncipe heredero en 2006, había servido anteriormente como ministro de Defensa en 1990 en el momento de la invasión de las fuerzas iraquíes de Sadam Husein.
La guerra del Golfo terminó en 1991 con la intervención de Estados Unidos al frente de una coalición militar internacional.
Tras la liberación de Kuwait, el jeque Nawaf fue nombrado ministro de Asuntos Sociales y Trabajo antes de asumir la presidencia de la Guardia Nacional en 1994.
Volvió al gobierno como ministro del Interior en 2003.
El nuevo emir goza de cierta popularidad en el seno de la familia reinante de Al Sabah y su elección al frente del reino habría obtenido el consenso general.
El hijo del jeque Sabah y el exviceprimer ministro Naser Sabah al Ahmed al Sabah, un peso pesado de la política kuwaití, ocupan un lugar destacado para ser eventualmente designados príncipes herederos.