Durante la ceremonia de Graduación del Colegio Universitario de Humanidades, el alumno sobresaliente además fue el que ofreció el discurso como representante de los alumnos que egresaron de la carrera.
Resaltó emotiva distinción para los padres de familia, que –dijo- los ayudaron en todo momento y ofrecieron siempre palabras de aliento; así como un reconocimiento a sus profesores porque aún fuera del horario de clases seguían resolviendo sus dudas.
“Es el final de un camino largo, que, al día de hoy, parece que fue ayer, que fue ayer cuando llegamos por primera vez a ese salón de clase, algunos siendo aún unos adolescentes y otros ya no tanto, ese salón en el cual éramos 19 alumnos con diferentes formas de ser y de pensar”.
Aceptó que llegar a su graduación no fue fácil, que hubo noches enteras de desvelos para cumplir con tareas o proyectos; que hubo miedos que tuvieron que superar al hablar enfrente de todos en las exposiciones.
“Por esos momentos de estrés horas antes de los exámenes y por esas salidas que no pudimos hacer por quedarnos a terminar los deberes, quiero aclarar que durante estos 4 años también pasamos momentos muy agradables, esos festejos de 15 de septiembre, el Oktober fest y esos viajes a las aduanas son los que más marcaron mi vida estudiantil y como resultado a eso, es que estamos disfrutando de esta ceremonia”
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Expresó beneplácito porque lo lograron, “el sueño se cumplió, estamos graduados. A pesar de que vienen nuevos retos en la vida laboral, creo firmemente que tenemos la capacidad de lograr lo que nos propongamos siempre y cuando tengamos en cuenta que: algunas veces necesitaremos ayuda de los demás, que probablemente tengamos que enfrentar el miedo al cambio, que siempre hay algo nuevo que aprender y que los problemas se solucionan accionando”.