Ex alumnos de la Facultad de Derecho generación 1992-1997 se reunieron para recordar viejas glorias a su paso por la Universidad Autónoma de Querétaro; Rebeca Mendoza fue la encargada de organizar el encuentro en los bellos jardines de Hacienda Los Laureles.
“Fuimos una generación brillante, muy alegres, unidos, que de entre sus filas han salido destacadas personalidades de la política y en el sector privado, tanto hombres como mujeres”, menciona Rebeca secundada por sus amigos de generación.
Los abogados recordaron a sus viejos maestros, a quienes les deben su formación y de quien dicen son los “toros sagrados del derecho”, Hugo Cabrera, Andrés Garrido del Toral (QEPD), Carlos García Michaus, Francisco y Arsenio Durán, Francisco, Rafael y Braulio Guerra Malo, entre otros. Recordando a su vez que uno de sus rectores fue Jesús Pérez Hermosillo y su director Salvador García Alcocer y posteriormente Salvador Franco.
“Es un honor estar unidos, van 9 fallecidos en nuestra generación y es un privilegio reunirnos tras 25 años que salimos de la escuela. Estamos alrededor de 65 de 75 convocados, todos dejamos, familias, cosas importantes por hacer, pospusimos actividades por el puro gusto de juntarnos y convivir como cuando éramos jóvenes”, mencionan los abogados.
La tarde paso en un abrir y cerrar de ojos donde con un delicioso banquete y selectas bebidas los profesionistas pasaron grandes momentos como cuando en la pantalla se proyectó el video de celebración por 25 años desde aquel 1992 cuando finalizaron sus estudios como Licenciados en Derecho, con imágenes que hicieron recordar la época estudiantil donde a su decir lo único que importaba era vivir el día a día, pasar los exámenes y cumplir su sueño de forjarse como grandes abogados.
Los invitados agradecieron la perseverancia de Rebeca ya que sin su entusiasmo “y darnos lata todos los días, nunca se hubiera podido dar tan bello reencuentro”, comentan divertidos.
Finalmente los amigos se despidieron no sin antes hacer un brindis por el gusto de volverse a reunir y la maravillosa tarde, prometiendo volverse a reunir en poco tiempo.