Rincones queretanos | Alameda Hidalgo

Este bello lugar clavado en el centro de la capital ha sido testigo de grandes amores e inspiró a la creación de la famosa “Canción Mixteca”

Tamara Medina | Diario de Querétaro

  · sábado 26 de junio de 2021

Foto: Tamara Medina | Diario de Querétaro

Hablar de la Alameda Hidalgo de Querétaro es recordar grandes acontecimientos históricos que marcaron la ciudad, pero además es un homenaje al amor, ¿cuántos queretanos han vivido este sentimiento?. Según datos del historiador Lauro Jiménez comenzó a funcionar en 1808 para que las familias de esa época pudieran pasear los domingos y convertirse en un lugar de esparcimiento para los queretanos y visitantes.

Fue hasta el año de 1897 que recibió el nombre de Alameda Miguel Hidalgo; en el siglo XX el área fue cercada con una reja metálica y columnas de cantera, posteriormente se hicieron dos pórticos en base a los dibujos del proyecto original.

Foto: Tamara Medina | Diario de Querétaro

Cuando Maximiliano llegó a Querétaro, relatan los historiadores era muy común verlo pasear por este lugar, muchas veces lo hizo del brazo de su esposa la princesa Carlota de Bélgica, la pareja real pasaba largas horas conversando y recorriendo el bello espacio, muchos aún nos preguntamos ¿Qué conversaron? Tal vez de las aspiraciones del archiduque austríaco o de las grandes traiciones que recibiría por parte de su ejército o quizás del gran amor que Carlota le tenía, el cual la llevó a la locura, ¿cuántos secretos no escucharía La Alameda?.

En 1915 cuando el compositor Oaxaqueño José López Alavés sentado a la sombra de sus árboles, lleno de nostalgia recordó con tristeza su entrañable “Tierra del Sol” (el sobrenombre de la Mixteca) y comenzó a escribir: “¡Qué lejos estoy del suelo donde he nacido!, Inmensa nostalgia invade mi pensamiento (…). En 1918, a decir de Senén de Jesús Acevedo, en su libro, Recorriendo la Mixteca, la melodía triunfó en el primer concurso de Canciones Mexicanas, convocado por un periódico nacional y la final se llevó a cabo en la Alameda Central de la Ciudad de México, donde condecoraron como mejor compositor a José López Alavés.

Hoy este recinto histórico ha vuelto a abrir sus puertas tras más de un año de permanecer cerradas por la contingencia; recorrer sus caminos sentarse bajo una sombra y ver a las ardillas correr, invita a recordar esos pasajes históricos y reflexionar cuántos grandes amores han nacido dentro de ese espacio lleno de árboles y un sentimiento que invade el lugar.

Foto: Tamara Medina | Diario de Querétaro