Uno de los edificios con más historia en la capital queretana es el recinto que actualmente alberga la facultad de Filosofía, perteneciente a la Universidad Autónoma de Querétaro y que se encuentra ubicado en la calle de 16 de septiembre con boca calle en Río de la Loza, cada muro y espacio guarda los acontecimientos de importantes sucesos, religiosos, políticos y estudiantiles en la historia queretana.
Sus aulas vieron pasar a sacerdotes jesuitas llegados desde la Ciudad de México en 1624 para aperturar el primer colegio para educar a la juventud de la época, tal como lo refiere Fernando Saavedra Morales en el libro “De Calicanto y Cantera: La Vocación Educativa de un Inmueble” y el cual es coordinado por Maribel Miró Flaquer.
Continuando con la historia la Compañía de Jesús, que al colegio lo llamaron “San Ignacio” se estableció a las faldas del cerro de San Gremal, hacía el valle de Pathé, la modesta construcción fue donada por el doctor Diego de Barrientos y su esposa, Doña María Lomelín, tras algún tiempo los jesuitas separaron el colegio del seminario que fue llamado Francisco Javier y comenzaron adquirir terrenos anexos para en 1767 tener vastas instalaciones en las antiguas calles de El Sol Divino, hoy 16 de Septiembre, La Calle Nueva o de El Salvador, hoy Próspero C. Vega.
Pero justamente fue ese año cuando ambas instituciones decayeron y pasaron a la tutela de la Corona española, convirtiéndose en los Reales Colegios, por órdenes de Carlos lll.
En 1870 y en medio de el porfiriato los antiguos colegio y convento se convirtieron en el Colegio Civil del Estado, que dependía completamente del gobierno del estado.
Sus primeras carreras fueron Estudios Preparatorios, Jurisprudencia, Farmacia, Ingenieros arquitectos agrimensores e hidromensores, Comercio y Administración, Gimnasia y Esgrima.
Entre sus egresados destacan importantes queretanos como Guadalupe Arana en marzo de 1910, como profesora a nivel primaria, Alfonso Ballesteros en marzo de 1911 como abogado, Manuel G. Rodríguez en 1910 como Ingeniero Topógrafo e Hidrógrafo.
La institución funcionó en medio de muchas tensiones políticas hasta que en 1950 fue clausurada.
Para 1958 el recinto se convierte en el edificio Octavio S. Mondragón quien fue gran benefactor y precursor de la autonomía de la universidad y fue quien creó los premios Alejandrina y promovió el fideicomiso para fortalecer la educación a jóvenes queretanos.
En esta transición y bajo la rectoría de Hugo Gutiérrez Vega, la universidad fue adquiriendo mayor prestigio y jóvenes no sólo del estado, también provenientes de otras ciudades buscaban un lugar en la institución misma que ya contaba con otras facultades además de la preparatoria.
El lugar quedaba ya pequeño para albergar a los estudiantes y fue Gutiérrez Vega quien peleó que el patio barroco fuera declarado patrimonio de la universidad ya que este era utilizado como la casa cural de la parroquia de Santiago.
La indignación de los feligreses fue mucha, quienes cuando fue concedido el espacio amenazaron con linchar a estudiantes y maestros por considerar un sacrilegio expropiar un recinto sagrado.
Finalmente el episodio violento no pasó a mayores y los alumnos pudieron contar con dos facultades más la de Psicología e Idiomas.
“Recordar mi época en la prepa y luego en la universidad es hermoso, yo ingrese en 1968, no había calle era nuestro andador, donde nos reuníamos los muchachos antes de entrar o salir de clase en las jardineras y Bancas de cantera que había entre Río de la Loza y Altamirano” comenta Yolanda Sánchez, para proseguir, “cuando entrabas te hacían la novatada y los hombres eran rapados y decían en broma - ¡ahora si te agarro la racia!- estaba el equipo de fútbol americano “Gatos Salvajes” de los que recuerdo, que jugaban eran, Willy Melendez, Willy Murillo, Alejandro Medina, el “Tingüindín” y más, pero ellos eran los famosos y todas las chicas íbamos a verlos entrenar o jugar al campo”.
Finalmente en 1973 las facultades se trasladaron al Centro Universitario en el Cerro de las Campanas y se quedó únicamente la llamada “prepa centro”, misma que a finales de los 80 se dividió en prepa Norte y Sur quedando la Facultad de Filosofía, hasta hoy en día.