Cualquiera que se dice queretano de tradición, alguna vez fue a disfrutar un helado de la extinta “Danesa 33”, fue a ver “Chucky, el muñeco diabólico” a cinema “Los Gemelos” aquellos cines, ya más modernos en Querétaro, cuando esta película rompió la taquilla en 1988. Aún hay recuerdos de lo que fue “Plaza Aventura” donde existían los famosos “troncos”, que eran la diversión de niños y adolescentes, pues en el famoso río salvaje, - que sólo se veía en “Reino Aventura” en México-, subías a una pequeña montaña a bordo de un carrito tipo tronco, para finalizar dándote un buen chapuzón de agua. Esta plaza que fue construida entre 1975 y 1978 en lo que era la famosa Hacienda de Carretas, - la que surtía leche a la mayoría de los queretanos- y la Hacienda de Callejas, fue la más importante de la época arrancando operaciones en el año 78, con sólo seis locales, según lo platicó alguna vez el cronista Andrés Garrido del Toral, (Qepd), la cual pronto se convirtió en un gran escaparate para la sociedad y desplazó a plazas comerciales como “La Conde” y “La Tierrenos”.
A decir de Irma Sánchez una de las pioneras en comprar local y que aún lo conserva, pronto el sitio se posicionó como el favorito para ir a comprar a sus 366 locales, que en ese tiempo daban muchas facilidades para hacerse de uno de ellos.
“¡Era la locura!, cuando abrió Gigante, encontrabas todo lo que muchas veces tenías que ir a México para conseguirlo, los jóvenes gustaban de acudir a una tienda exclusiva de discos, que aunque ya existía una, y se encontraba en la calle de 16 de septiembre, en “No Problem” estaban los éxitos del momento no sólo del país, también del extranjero” cuenta Irma con un dejó de nostalgia.
Pero a pesar de encontrarse en los cuernos de la luna, pronto vio una competencia ante la apertura de “Plaza del Parque” en 1986 y su declive llegó ante la “Plaza Boulevares" que aperturó en 1996, con sus modernas instalaciones, ya para 2003 “Galerías” se coronó como la gran plaza al inaugurar el primer Liverpool que existió en la capital.
Pero si algo hay que reconocer de los locatarios es las ganas de seguir innovando, y defendiendo su patrimonio, pues en medio de una disputa por la tenencia del estacionamiento, lograron echar fuera a la Operadora Queretana de Estacionamientos S.R.L de C. V., quien trató de adjudicarse el espacio y cobrar altas tarifas a los clientes que ocupaban el lugar para realizar sus compras o acudir a alguna institución bancaria. Tras ganar el litigio, hoy se puede observar lo que en pocos centros comerciales, su lugar de estacionamiento es gratuito y sin duda eso es un gran aliciente para quienes acuden a realizar sus compras; aunque los mismos vecinos lo reconocen, hay algunas personas que dejan sus vehículos en sus instalaciones para realizar algún trámite en las muchas oficinas que hay en la demarcación.
Aún con el paso del tiempo y las dificultades sus dueños siguen de pie, demostrando de qué están hechos y sorteando las dificultades diarias. Y aunque para muchos escaparates de comercio, la pandemia los afectó, para ellos pareciera que el suceso vino a traerles un segundo aire, pues en época de pandemia, fue la única plaza comercial, en la que, en sus corredores podían andar todos los integrantes de la familia, incluidos los niños que en ningún otro sitio eran bienvenidos, por las medidas restrictivas.
Tal vez por ser un lugar al aire libre y de espacio amplio, muchas madres de familia optaron por llevar a sus pequeños, para andar en sus triciclos o correr un rato, y así continuar la resiliencia, causada por el Covid-19, que entonces su comercio tomó su segundo aire y más personas comenzaron a acudir a realizar sus compras para con ello soportar un poco el encierro.
Este sitio de tradición, clavado en un punto muy estratégico de la ciudad, prácticamente vende de todo y muchos clientes aseguran que en sus locales encuentran artículos que en ningún lugar venden, que los precios son muy competitivos, y que para quienes lo visitaron en sus épocas de gloria aún conservan el recuerdo de esos años maravillosos.