Cada 17 de enero es una tradición popular católica llevar a los animales a las iglesias o templos para ser bendecidos por San Antonio Abad, quien de acuerdo con la creencia popular es protector de los animales y los cuida de toda epidemia o desgracia y asegura el resultado de una buena crianza.
Según relatos de don Chanito Araujo, recuerda que en el atrio de la iglesia de Santa Rosa Jáuregui se congregaban los campesinos junto con sus animales de campo para recibir la bendición, pues para ellos los animales son criaturas Dios, nobles y trabajadoras que además de brindar compañía, ayudan en las labores del campo y muchos sirven de alimento para el consumo humano.
“Antes se hacía muy bonita la fiesta, uno iba con sus animalitos, mi abuelo hasta nos hacía bañarlos y le ponía un adorno en el cuello color rojo para que se viera más chulo” explicó. Y aunque hoy en día ya no son tantos quienes llevan animales de ganado o crianza, si lo hacen quienes son dueños de mascotas como los perros, gatos, peces y demás.
Pero, ¿quién es San Antonio Abad y por qué su nombre se relaciona con los animales?
Este santo nacido en Heracleópolis Magna en Egipto, África en el año 251 y murió en el 356 d. C. Fue un monje cristiano y fundó el movimiento eremítico, donde a lo largo de su vida venció muchas batallas para lograr la santidad.
Hay dos diferentes relatos del porqué es llamado el patrono de los animales; en la primera según el texto que hizo San Jerónimo sobre la vida de San Pablo el ermitaño se cuenta que Antonio fue a visitarlo en su edad madura y lo dirigió en la vida monástica. Un cuervo que traía diariamente un pan a Pablo recibió al monje trayéndolo un pan también a él. Cuando murió Pablo, Antonio lo enterró con la ayuda de dos leones y otros animales. Es por eso que es el patrón de los animales y de los sepultureros.
Por otro lado y tal vez sea la historia más popular que se cuenta, es que cierto día se le acercó una jabalina con sus cachorros que estaban ciegos. La jabalina estaba en actitud de súplica y fue cuando Antonio curó a los cachorros de su ceguera y desde entonces la madre no se separó de él y le defendió de cualquier alimaña que se acercara. Es por eso que a San Antonio Abad se le representa con un cerdito o un jabalí a su lado.
La tradición de bendecir a los animales
Esta llegó a México en el siglo XVII y se extendió por todo el país, por lo que en distintas parroquias y capillas, principalmente aquellas dedicadas al santo, las personas acuden el 17 de enero de cada año para llevar a sus animales, donde el sacerdote oficiante eleva una oración por ellos y rocía el agua bendita. También ese día acuden los tejedores de canastas y quienes se dedican a sepultar cadáveres en los panteones.