Caballero de una pieza, esposo amoroso, padre entregado, abuelo cariñoso, gran amigo y mejor ser humano, con un sentido del humor inigualable, así era don Marco Antonio “Charro” Cabrera Santoveña, quien fue llamado a la casa del padre la madrugada de este miércoles 10 de abril.
Hace apenas dos años, charros queretanos le rindieron homenaje al “Charro” Cabrera, quien fuera maestro de varias generaciones, además de un apasionado de la charrería y sus costumbres. En el pialadero organizado en mayo del año 2022 por su hijo Alejandro Cabrera y su hermano Juan Cabrera, don Antonio compartió unas palabras para Círculos de Diario de Querétaro, donde recordó que desde los 7 años se adentró a este deporte que marcó su vida, “me retiré hasta que las fuerzas me dieron y estoy muy orgulloso que Alejandro continúe con el legado. Soy charro y así me moriré”, refirió en aquella ocasión.
Campeón nacional de colas en el año de 1964, entre otros muchos reconocimientos más, realizó Charrería con Concho Vega, Pepe Lugo, Rafa Muñoz y Pancho Muñoz entre otros.
Amante del deporte nacional la Charrería, amaba a su caballo “El Nudo”, de quien con su singular sentido del humor decía: “ya quisiera el más pendejo tener la inteligencia de mi caballo”.
La frase que definía al charro y que siempre mencionaba antes de tomar una importante decisión era: “Hay que hacer lo que se deba, aunque se deba lo que se haga”.
Don Antonio comenzó su trabajo en el campo junto a su padre en el rancho Santa Cruz y los fines de semana se dedicaba a charrear con los grandes campeones, “en las charreadas decía que él pagaba para que lo alquilaran”, recuerda su familia.
Junto a su amigo Manuel Ordóñez hicieron más que un equipo de charrería, un equipo de hermandad y entre sus muchas amistades destaca la que formó con don Chalío Herrera, con quién compartió la aventura de irse a la frontera de Juárez a los 17 años.
Hijo de Manuel Cabrera y Sabina Santoveña, fue el tercer hermano de nueve y actualmente le sobrevive Juan Cabrera.
Junto a su inseparable compañera de vida Esther “Tachy” Ochoa de Cabrera, formó un bello matrimonio de 57 años y fruto de su amor nacieron sus hijos Manuel, Carmen Gabriela, María Esther, Antonio, Cecilia “Peque” y Alejandro “Macareno”, ellos a su vez, les dieron 15 nietos a quienes disfrutó y entregó su cariño.
En su andar incursionó en el gobierno estatal cuando era gobernador Mariano Palacios Alcocer, ahí se desempeñó en el área de inspección de Espectáculos.
El ejemplar queretano, vivió para el deporte nacional, para él, ser charro siempre fue un gran orgullo, al que amo y respeto hasta el final de sus días, dejando ese amor como herencia a su querida familia.
Sus servicios funerarios serán el día de hoy a partir de las 16:00 horas en la Capilla Sixtina de Funerales Modernos, ubicada en Luis M. Vega #123, zona dos extendida, Cimatario.
El día de mañana la celebración litúrgica se llevará a cabo en el Seminario de Hércules en la delegación Cayetano Rubio a las 14:00 horas.
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En Diario de Querétaro deseamos que don Antonio “Charro” Cabrera tenga un camino de regreso lleno de luz y su alma vuele muy alto. Nuestro más sentido pésame a la familia Cabrera Ochoa.