En la colonia Desarrollo San Pablo de la Capital queretana existe una casa por demás peculiar, sus moradores son la familia Ontiveros García, quienes desde el año 2000 cada temporada de Halloween y Día de Muertos, convierten su hogar en un verdadero museo del terror.

En entrevista para Círculos de Diario de Querétaro, Rocío García compartió que desde que sus hijos eran pequeños les gustaba mucho ver los altares de muerto, “(…) ellos veían los altares y les gustaba mucho, yo me dedico hacer manualidades así que un día me puse a trabajar y realicé la decoración; adorné la casa y al regresar de la escuela su cara de asombro fue mi mayor recompensa, así comencé cada año haciendo una decoración diferente, diferentes temáticas (…) hoy ellos ya están grandes, y por ejemplo, Mariana mi hija es la creativa”, compartió emocionada.

Mariana Ontiveros García es la encargada de pensar la decoración, como la de este año 2024 que estuvo más enfocada en las calaveras.

“Desde meses antes pienso cómo lo armaremos, cuál será la temática, a veces utilizo algunas cosas que ya tenemos guardadas, otras veces mi mamá hace algunos adornos más, dependiendo cuál sea la decoración vamos juntando más elementos”. En este momento Rocío interviene y menciona, “hay algunas cosas como el árbol que se mueve que adquirimos ya cuando pasó la temporada y obviamente el precio fue más bajo, y así vamos haciéndonos de más cosas que vamos guardando para diferentes decoraciones”.

Para este 2024 se inspiraron más en la tradición de Día de Muertos, aunque también en sus adornos podemos encontrar motivos de Halloween como los ojos, que cuando pasas caminando pareciera que te siguen -esto por el movimiento del aire-.

La bienvenida la da la cochera, con telarañas, arañas, y fantasmas que invitan a adentrarte a la “casa de los ojos”. “ Cada año los niños bautizan la casa, depende el adorno que se tenga, aquí ha sido “la casa de las arañas”, “la casa de los sustos”, y como su imaginación les va dictando”, indican.

Una vez dentro está “el árbol embrujado” que con calaveras, arañas, calabazas y fantasmas, que se retuerce de un lado a otro. Un elemento que de inmediato nos llamó la atención fue el altar de las mascotas de la familia, “a nosotros nos encantan los perros, así que siempre les hacemos su altar en su honor”. Las catrinas garbanceras aparecen por todo el lugar, en la cocina está la enorme “calaca cocinera” que con sus ojos rojos te invita a tomar un café.

“Este año no pensábamos adornar, pues estamos en medio de la remodelación de nuestra casa, pero mi esposo nos animó a hacerlo y también la ilusión de los niños que cada año esperan con ansias esta fecha para venir a visitarnos”, comentó Rocío.

A decir de la familia hay muchas anécdotas muy divertidas, “nosotros adornamos hasta el tinaco, ahí siempre ponemos algo que llame la atención y se vea desde lejos. (…) un día hicieron una reunión los vecinos en su terraza, y al ver nuestra casa se asustaron por el “muerto” que se movía y comenzaron el gritadero”.

“El año pasado en la cochera teníamos una tumba, entonces llegó una niña y no quería entrar, pues decía que saldría el muerto (…) le expliqué que era tierra y ya tomó confianza, luego era la más divertida, su mamá que es argentina me decía de lo bonito que son nuestras tradiciones y eso me llena de orgullo”.

Al cuestionar si habían tenido algún problema con los vecinos o la policía por “confundir” a los muñecos que ponen en la azotea y parecieran personas, Mariana indica que no, “a los vecinos les gusta y vienen a visitar la casa; las patrullas se paran para verlo y luego algunos policías hasta se toman su foto, les divierte”.

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Otra tradición es regalar dulces a los niños que pasan a pedir “su calaverita”, “les hacemos una bolsa de dulces y otra de palomitas que nosotras mismas hacemos en la casa; este año ya tenemos nuestros dulces para regalarlos del 31 de octubre al 2 de noviembre”.

Según la familia cada año invierten entre 5000 y 6000 pesos entre los detalles de decoración y las golosinas que obsequian a los niños, “es algo que nos llena de mucho gusto, ver la felicidad de los chiquitos y sobretodo que se sigan preservando las tradiciones, por eso es que lo hacemos”, finalizaron.