Las historias que dejó la pandemia por Covid-19 siguen presentes en la vida de todo el mundo, secuelas que marcaron, dolieron y arrasaron con la tranquilidad de los seres humanos, episodios donde solo a través del amor y la bondad de Dios se pudieron superar, personas como Cecilia Reveles Lira sobrevivieron para gritarle al mundo ¡Sigo viva! y con más fuerza que nunca.
En entrevista, la empresaria abrió su corazón y reveló cómo volvió a nacer y aprender actividades que damos por hecho, “En casa todos enfermamos de Covid, (…) a mí fue a quien más fuerte le dio, estuve en coma e intubada por más de dos meses y mi amado esposo siempre se mantuvo ahí, cuidándome, dándome ánimos y pidiendo a Dios para que yo pudiera regresar”.
Antes que la pandemia sacudiera al mundo, el matrimonio emprendió su negocio, una de las cafeterías más cálidas y agradables de la ciudad “Té latte la Oveja”, primero en la calle de Pasteur y después en Plaza de las Américas, donde además del gran servicio y deliciosos productos, siempre fue muy cálido para quienes lo visitamos, pues Cecy y Alberto son tan buenos anfitriones que te hacen sentir como si llegaras a la sala de un gran amigo, para pasar buenos momentos.
“Cuando me indujeron al coma, Alberto tenía no solo qué cuidarme a mi, también estar pendiente de mi mamá, de la casa, de todo, por lo que con todo el dolor se pensó en cerrar para siempre La Oveja. Entonces el dueño del local dijo - ¡No!, me solidarizo y la oveja sigue-. La terapia de mi esposo era venir a este lugar y renovarlo, lo pintó, le puso detalles, para dejarlo hermoso para cuando abriera los ojos”, dice Cecy entre lágrimas y aún con secuelas en el habla por tanto tiempo de estar intubada y con sondas.
“No tenemos hijos, la ovejita es como nuestro bebé, por eso lo cuidamos tanto y tratamos que todos quienes vienen se sientan tan felices como nosotros”.
En esta prueba de vida, Alberto Macías, enfrentó retos inimaginables, desde cuidar a Cecy como tal vez muy pocos lo harían, hasta enfrentar problemas económicos y tener buenos ánimos para sostener a su esposa, “siempre tuve la confianza de que saldríamos adelante, cuide este lugar que es nuestro hijo; familia, amigos y clientes, se solidarizaron para que cuando mi esposa abriera los ojos, pudiera verlo más bonito, pues estaba esperando ansioso a su mamá”.
A decir del ejemplar matrimonio Reveles Macías la oportunidad que les da Dios de continuar de pie, se transforma en más amor para dar a sus “ovejitas”, como llaman cariñosamente a sus amigos, “quienes vienen aquí son más que clientes, son amigos y nos gusta consentirlos”.
Y es que Cecilia entendió con su enfermedad la importancia de comer y degustar algo rico, “después de 11 meses sin probar alimento pues traía gastrostomía, donde no podía ni tomar agua, comprendes la importancia de saborear y sentir la comida; entonces hoy mi compromiso es que cada persona tenga una experiencia de sabor, que disfrute cada bocado que se lleva a la boca”.
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Tras meses de terapia para poder recuperar la movilidad, aprender a hablar y deglutir los alimentos, mucho amor, paciencia y la esperanza de que Dios la dejó con vida por alguna misión, Cecy y Alberto reabrieron “Té latte la Oveja” el pasado diciembre, con más fe y más comprometidos para brindar una experiencia con las especialidades de la casa: “Huevo Ovejero”, un huevo horneado dentro de un pan y con ingredientes a escoger como tocino, jamón, verduras; las chapatas en especial la de jamón serrano con melón y arugula; los frappes son otra cosa, como los “María la Oveja”, el de aguacate, chamoyadas, granizadas y una carta bastante amplia para todos los gustos. “Buscamos creaciones originales, para dar una explosión de sabores”. El lugar es atendido por el matrimonio y su personal, donde una gran amiga Mónica Silva se integra para ser pieza clave y sumarse al gran equipo de este espacio que transmite mucha paz.
Finalmente la pareja invita a que todos quienes aún no los conocen disfruten de “una experiencia ovejera”, donde todo está rodeado de este animalito sagrado “nos aferramos al nombre porque todos somos ovejas de Dios y además la oveja está relacionada con la abundancia y obviamente la lana”.
Así que si te gusta lo bueno, “Té latte la Oveja” y puedes visitarlos en: Cuba # 228 Plaza de las Américas
Y sus redes sociales o www.telattelaoveja.com