“Lucy, tienes que ser muy fuerte, tus estudios no salieron favorables, esa bolita sí resultó ser cáncer, es necesario hacer cirugía para poder retirar el tumor y poder analizarlo”, esas fueron las palabras que escuchó Lucia Fernández después de dos citas con el médico que la comienzo a tratar luego de sentirse una bolita en el área del seno, “mis pensamientos los vi en un ataúd, no podía dejar de llorar, sentí que todo había terminado ya”, plática Lucy en una íntima conversación para Círculos de Diario de Querétaro.
En el año 2023 se registró el deceso de 8034 muertes por cáncer de mama en mujeres de 20 años y más; pese a las campañas de prevención este mal sigue siendo una de las principales causas de muerte en mujeres en el mundo, y si bien en el primer momento que se diagnostica comienzan las acciones médicas pertinentes para retirar el tumor maligno y comenzar la terapia para que el cáncer no avance, ni se extienda a otros órganos del cuerpo, ¿Qué hay de las emociones del paciente? ¿Cómo afrontar el diagnóstico en familia?, ¿cómo continuar luchando por vivir?.
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A decir de la doctora Macarena Bernal quien es psicóloga clínica y especialista en duelos y terapias familiares, lo primero es comenzar a asumir emocionalmente el proceso es vital para enfrentarlo de una manera saludable.
“Primeramente le digo a mi paciente no reprimir lo que siente, debe sacar su enojo, frustración, tristeza, hay que sacar todas las emociones, pero tenemos que hacerlo de manera adecuada y bajo la mano de un profesional que te ayude a llevar tu proceso de duelo”, indicó.
A decir del doctor Héctor González no hay una única forma correcta de afrontar emocionalmente el cáncer de mama, pero sí recomienda siempre a sus pacientes buscar apoyo y cuidar de su bienestar emocional, pues son pasos trascendentales en el proceso, “cada persona debe acudir con un terapeuta que le brinde confianza, con quien pueda hablar sin sentirse limitada (…) incluso hay mujeres que acuden a su sacerdote de confianza para superar el trance, se sienten cómodas y fortalecidas espiritualmente y si eso les da esa paz y tranquilidad, ¡adelante! Sentirse bien, es fundamental”.
El proceso de recuperación emocional comienza con el diagnóstico, pero después vienen una serie de cambios físicos, desde la pérdida de cabello, una menopausia precoz, aumento o disminución de peso, ansiedad, tristeza, mutilación del seno, entre varios factores más, que van haciendo una montaña de emociones según indica Macarena Bernal y por ello se debe contar siempre con la red de apoyo para enfrentar cada momento que va inevitablemente en el proceso que lleva tener cáncer de mama. “Hablar y establecer vínculos con personas que están pasando por un cáncer de mama puede ayudarla a sentirse comprendida y menos sola. Puede encontrar grupos de apoyo y unirse a organizaciones que hay aquí en Querétaro y todas son excelentes”, señaló la especialista.
En Querétaro hay lugares de apoyo como Grupo Reto y asociaciones como Mujeres Unidas Contra el Cáncer de Mama (MUCCAM), Damas Azules y otras instituciones públicas y privadas que dan la contención emocional para continuar de manera sana todo lo que conlleva la enfermedad.
“Las mujeres con cáncer de mama llegan a su diagnóstico con muchas fortalezas, y es importante usar esas fortalezas a lo largo del camino para ayudarlas en su recuperación”, menciona Kathleen Ashton, psicóloga clínica.
Ashton indica que no siempre es fácil o instintivo hablar acerca de algo tan serio o desconcertante como un diagnóstico de cáncer. “Si bien algunas personas pueden buscar apoyo en amigos y familiares, otras podrían elegir sobrellevarlo evitando el tema (…) Una de las cosas que la gente naturalmente hace cuando se le diagnostica cáncer, es tender a ignorar sus emociones para intentar no preocuparse o de no pensar en ello, esto puede tener un efecto opuesto”.
La especialista indica que por lo general los pacientes sufren de miedo al hablar del tema y por ello es común que se guarden todo su sentimiento, dejen de salir a reuniones, incluso a dar un simple paseo pues evitan a toda costa hablar del tema o peor que les pregunten ¿qué tienes?. Esto hace que se guarde la energía que podría ayudarlos a sanar,
“Una de las cosas en las que trabajamos con los pacientes es en dejar de evadir el tema, de manera que se pueda hablar realmente de toda la experiencia del cáncer, incluidas las emociones que son una parte natural del mismo. El procesar las emociones ayuda a que la gente maneje el estrés y, a la larga, se sienta menos ansiosa y deprimida”, mencionó.
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Tras ir a terapia existen otras alternativas que se deben de llevar conjuntas, pues también debes apapachar tu cuerpo luego de someterse a tanto estrés y malestar por las quimioterapias o radiaciones.
Puedes realizar ejercicios de yoga y meditación, estos son ideales para combatir la fatiga y el estrés.
Salir a caminar, este hábito es fundamental para poder relajarte, estar contigo misma y nunca dejar de moverte.
¡Ponte bonita!, sal de la apatía y el verte al espejo con ojeras y demacrada con ojos de dolor, eres una guerrera y esas son solo heridas de guerra que sanarán, arréglate, maquíllate, ponte una peluca linda, accesorios y sonríe, pero hazlo desde adentro, recuerda “esto también pasará”.
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