Hablar de infidelidad es un tema complejo, el señalamiento a la mujer que está con un hombre casado es muy duro, son juzgadas, señaladas de moral distraída y un sin fin de calificativos despectivos por parte de la sociedad. Expertos indican que no todo es como se ve, porque una gran mayoría de mujeres que son amantes, sufren demasiado y terminan con secuelas psicológicas que deben ser atendidas de forma inmediata.
Según la psicóloga Ana Lilia Rodríguez, llamar a las mujeres que están en una relación con un hombre casado de forma despectiva, es parte del machismo que incluso se da entre el género femenino y que pone a la mujer como una vampiresa y al hombre como el objeto sin voluntad de las bajas pasiones de quien lo seduce.
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¿Pero qué motiva a una mujer a estar en la sombra? A decir de la experta son varios los factores que se dan para aceptar ser “la otra”, “puede ser desde un lugar importante en alguna empresa, beneficios económicos, protección, amor, admiración, baja autoestima e incluso el poder de sentir que se puede quedar con la “pertenencia” de otra (…) hay casos muy contradictorios en los que las “mejores amigas”, se bajan a los galanes”.
Pero también muchas mujeres son víctimas del engaño y se convierten en amantes sin ni siquiera planearlo, “mantuve una relación con un novio por dos años, incluso conoció a mis padres, había planes de boda. Me decía que era de Guadalajara y aquí estaba solo (…) en parte era real, lo que nunca me dijo era que en Guadalajara tenía esposa e hijos. Me enteré por casualidad y fue un golpe muy duro, me sentí humillada, traicionada, fui un año a terapia, para poder sanar”, compartió Karla una joven de 26 años y que sin saber entró a una serie de engaños.
Pero hay otras historias como la de Fernanda una mujer que se enamoró de un hombre casado 10 años mayor que ella y después de un tiempo él dejó a su esposa para compartir una vida con ella y aunque se casaron (por el civil), sigue teniendo el estigma de ser la amante, la que le robó el marido a otra y destruyó un hogar, “ha sido difícil, incluso en casa de los padres de él sé que no soy bienvenida y hay grandes discusiones principalmente en épocas especiales como navidades o cumpleaños, porque la ex esposa va a esas reuniones y sigue siendo “la señora”. Es complejo el tema y la realidad es que muchas veces he pensado en tirar la toalla y buscar a una persona que sea solo mía, sin cargar con esas cadenas del pasado”, explicó.
Jessie Knadler en un artículo de la revista Women’s Health, indicó que aunque la mayoría de las veces este tipo de relaciones no prospera por la cantidad de obstáculos que encuentran en el camino, son bastante comunes actualmente porque las mujeres ya no consideran prohibido meterse con un hombre casado.
Las nuevas generaciones han hecho valer sus derechos a vivir su sexualidad de forma más libre y dentro de ese contexto la infidelidad es una opción aceptable.
Andrés Laguna, quien es sociólogo, explicó que las mujeres que se sienten atraídas por hombres con compromiso en muchos de los casos tienen que ver con la autoestima y el sentimiento de poder. Algunas mujeres se sienten mucho más atractivas y seguras por el hecho de atraer a un hombre casado o comprometido, con el poder de acaparar su afecto y satisfacerlo más que su esposa en todos los sentidos. Además, en muchas ocasiones la relación con un hombre casado se convierte en una auténtica competencia personal con la esposa y, aunque solo tengan su atención durante unas pocas horas, sienten que están ganando.
Las mujeres que deciden estar con una persona con compromiso suelen ser vulnerables y con tendencia a sufrir de dependencias emocionales.
Para otras mujeres existe esa atracción por vivir lo prohibido, la adrenalina, un reto y sentir una satisfacción personal cuando ha logrado su objetivo.
Marie-Carmen García autora del libro “Amores Clandestinos”, explica que la gran mayoría de las amantes sueñan con convertirse en esposas, pero en este proceso realmente sufren mucho, “Todas las mujeres que entrevisté esperan –en mayor o menor medida y con mayor o menor inconsciencia– que su amante deje a su esposa por ellas. Incluso cuando el hombre ha dicho claramente que no dejará a su mujer, ellas tienen la esperanza de que finalmente lo haga. Esta ilusión radica en que para ellas lo más importante es el amor, que está vinculado a la pareja, y por ello no llegan a entender o aceptar por qué un hombre que las ama locamente no quiere compartir su vida con ellas”.
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La escritora y terapeuta explica que también existe una parte cultural muy arraigada incluso en esta época donde se dice hay más igualdad, “para el hombre es muy fácil compartir su amor con dos o hasta más mujeres, ellos históricamente han sido educados bajo el lema de no pertenecer a una solo mujer, por lo que no tienen mayor problema en llevar una doble vida; las mujeres estamos educadas a ser de un solo hombre, por ello es más bajo el porcentaje que un hombre sea “el otro”.
Las mujeres que tienen una relación con un hombre casado tienden a tener problemas con su sentir, su seguridad, su amor propio, según explica Marie-Carmen y en las investigaciones que hizo para su libro, sabe que para ellas es difícil salir de este círculo aunque se sientan infelices y entre más pase el tiempo que comparten su vida a la “mitad”, es más difícil para ellas salir adelante, “se crean lazos muy tóxicos, se arrastran situaciones complicadas e incluso destructivas”.
“La única forma de recuperarse es cuando la mujer decide romper ella la relación, en ese trance comienza a recuperar su vida, su autoestima, tomar las riendas de su vida y perdonarse para no volver a caer con alguien que no puede darle el lugar que cualquier mujer merece”.
Finalmente cada persona es un mundo, pero sin duda nadie merece estar a la sombra en aras del amor.