Marysol Martínez Escoto y Álvaro Ugalde Ríos consumaron su amor ante la ley de Dios y fueron bendecidos en sagrado matrimonio en la parroquia de Santa Teresita del Niño Jesús en el Campanario, teniendo como testigos a sus familiares e íntimos amigos, que los acompañaron en su día especial.
Bellísima Marysol ingresó al recinto sagrado para ser entregada por su mamá la señora Lidia Escoto Leyva y su hermano Eduardo Martínez Escoto, donde a los pies del altar ya era esperada por Álvaro, quien con un tierno beso tomó de la mano al gran amor de su vida.
Durante la homilía el presbítero oficiante les aconsejó “si algún día la alegría se aleja de su hogar, no olviden pedir la intercesión de la Virgen María, así como los invitados a las bodas de Cana, para que Dios Padre renazca el amor y el compromiso que los trajo aquí y unirse en un solo cuerpo”.
Después de entregar el ramo a María Santísima y al ritmo de la marcha nupcial, los esposos se dirigieron a la Hacienda el Astillero que lucía exquisitamente decorada para tan importante ocasión y donde recibieron a los invitados con selectas bebidas, cócteles y finos bocadillos, amenizado por un saxofonista, para después arribar al salón que parecía sacado de cuento de hadas en donde la distinción y buen gusto prevalecieron para la íntima velada.
El exclusivo menú consistió en aguachile de camarón, ensalada de peras pochadas, sopa de maíz al tequila, hamburguesa premium sobre pan brioche y como postre crême brûlée con frutos exóticos y nido de merengue con frutos rojos, todo acompañado de un selección de etiquetas, destilados y licores, que sirvieron para alzar las copas y brindar por la felicidad del matrimonio Ugalde Martínez.
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Con sorpresas por parte de Marysol al flamante novio, la selección de música del disc - jockey quien puso el ambiente para que los convidados sacarán sus mejores pasos de baile, la fiesta se prolongó hasta ya pasada la madrugada, cuando los esposos se despidieron para comenzar con todo el amor su nueva etapa de vida. ¡Muchas felicidades!.
