María Fernanda Salgado Vásquez y Daniel Yáñez García unieron sus vidas y juraron amarse por siempre en una bellísima ceremonia impartida por el Apóstol Gabriel Gutiérrez, quien vino expresamente de la Ciudad de México, para unir a la bella pareja en sagrado matrimonio.
Los majestuosos jardines del salón Amuza fueron los encargados de recibir a la pareja para unir sus destinos por siempre. En el ambiente se sentía la felicidad de los novios y la dicha de sus padres los señores Rodolfo Salgado Reyes y Claudia Gabriela Vásquez Leyva por parte de la novia; David Yáñez y Graciela García, por parte del novio, al hacer entrega de sus hijos a quienes bendijeron para que sea Cristo quien siempre reine en su nuevo hogar.
Fernanda entró al recinto del brazo de su padre, quien con lágrimas en los ojos entregó a su más grande tesoro a quien ahora será su esposo, mientras Daniel recibía con amor a su compañera de vida y futura madre de sus hijos.
La ceremonia no pudo ser más emotiva con las cálidas palabras del Apóstol Gabriel Gutiérrez, quien les mencionó que hay cinco acuerdos que rigen un matrimonio y siempre deben ser atados a su corazón: la integridad, honestidad, fidelidad, lealtad y veracidad; acto seguido realizaron el rito de alianzas donde los padres del novio Griselda y David fungieron como padrinos de anillos, mientras los papás de la novia Claudia y Rodolfo lo hicieron de arras. Berenice Olvera de Biblia y Alfredo Vásquez de cojines.
Tras la culminación del acto cristiano y con la música de cuerdas de fondo, los invitados alzaron sus copas en señal de buenos augurios y prosperidad, así como las palabras llenas de buenos deseos por parte de sus padres y padrinos.
Concluida la celebración, los nuevos esposos se dirigieron junto a su selecto grupo de invitados a la parte superior del salón para continuar celebrando al máximo el día tan importante para su nueva vida y que mejor que hacerlo en compañía de sus seres amados, quienes tuvieron grandes detalles para la querida pareja.
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Con un delicioso banquete preparado especialmente para la gran ocasión, así como una selección de bebidas, los convidados compartieron el pan y celebraron la dicha de la unión de Fernanda y Daniel, brindando en repetidas ocasiones con fino vino espumoso por la felicidad eterna de su boda.
¡Muchas felicidades a la hermosa pareja!