En un acto de fe Román Hernández Becerra y Maylenis Beltrán Velázquez, llevaron ante la pila bautismal a su pequeña Sthefany Hernández Beltrán, quien recibió las aguas de Jordán y se convirtió en heredera del reino de Dios.
Entre la presencia de sus padrinos, familiares e íntimas amistades la ceremonia religiosa se llevó a cabo en la parroquia de la Virgen de la Anunciación, donde el sacerdote oficiante derramó agua bendita en la cabeza pronunciando la invocación a la Santísima Trinidad para así alejarla del pecado original y darle una vida nueva en Cristo.
El presbítero hizo hincapié a los papás de Sthefy de llevar por buen camino a la pequeña, inculcando los valores que se necesitan para ser un gran ser humano y guiar cada paso de su vida en amor con Dios nuestro señor y la Santísima Virgen.
A los padrinos les recordó el compromiso que han adquirido con Sthefany, pues serán sus segundos padres y una guía para toda su vida, predicando siempre con el ejemplo y tomando su mano para hacerla crecer en la fe.
La chiquita lució hermosa con un finísimo ropón a tono marfil, confeccionado en delicada tira bordada que hacía juego con su gorro que fue retirado para recibir las aguas bautismales.
Tras la bendición del sacerdote la familia se dirigió al salón de eventos Rincón Campestre donde ya eran esperados por amigos que felicitaron al matrimonio por tan especial momento, así como llenaron de presentes a la festejada.
El lugar estuvo bellamente decorado para la ocasión, cuidando cada detalle para celebrar a lo grande el bautizo de Sthefy, que dicho sea de paso mezcló dos culturas la mexicana y la cubana por lo que el ambiente fue de lo mejor.
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Para tan importante momento los invitados disfrutaron de un exquisito buffet de espadas que consintió a todos los paladares por la gran variedad de cortes de carnes, ensaladas, pastas, entre otros platillos que acompañaron con una selección de bebidas que sirvieron para alzar las copas y brindar por el matrimonio Hernández Beltrán y su encantadora hijita, que no dejó de sonreír en todo momento.
Amigos y familiares festejaron en medio de un gran festín de agradables momentos que entre risas, grandes charlas y bellos detalles pasaron una tarde inolvidable. ¡Muchas felicidades!