Cada día se conocen más historias de jóvenes que se arriesgan, emprenden su propio lugar y son generadoras de empleos lo cual se agradece en estos tiempos que las oportunidades escasean.
Para Sol Mejía convertirse en una creadora de diseños para uñas no ha sido fácil, pues sus inicios hace ya más de 12 años fueron desde abajo, como empleada de una distribuidora de productos dedicados a la elaboración de estas, donde posteriormente fue encargada del lugar; pero en ese ínter ella realizó un sinfín de cursos, donde se certificó y aprendió tan bien, que la misma marca de los aditivos para elaboración de uñas, la contrató para ser capacitadora.
Ahí comenzó a despegar su carrera como creativa de uñas, que se ha venido posicionando como uno de los trabajos técnicos mejor pagados y con grandes dividendos a nivel mundial según las estadísticas de revistas especializadas en temas financieros.
La artista inició esta travesía desde muy pequeña pues tan sólo tenía 15 años cuando la sedujo el diseño, tanto en la elaboración de manualidades, como en lo que ahora se dedica y quela perfeccionó en tiempos de pandemia.
Platica que se necesita una gran capacidad de imaginación para cada trabajo, desde ver el tamaño de la uña, las actividades de la mujer que las lucirá, la mezcla de colores y la esencia de quien las porta. “De ahí salen los diseños personalizados que hacen que mi negocio, sea buscado por muchas y mis clientas continúen conmigo, tengo varias que llevan 12 años, desde que comencé”.
“Hacer uñas es un arte que debe apasionarte, para que uno misma siga innovando y continúe capacitándose con las diferentes técnicas que van saliendo, para siempre estar a la vanguardia”, dijo. Para Sol Mejía es importante que el producto con el que se elabora el trabajo sea de calidad pues de ello depende que toda la creación sea un éxito.