Amantes de la música clásica se reunieron en el Teatro Metropolitano de Querétaro, para formar parte del concierto “Sonidos de Venezuela”, ofrecido por la Orquesta Filarmónica de Querétaro.
En punto de las ocho de la noche dio inicio este evento, durante el cual los asistentes pudieron deleitarse con el legado venezolano de la Suite Margariteña, de Inocente Carreño, obra elegida por el director, Rodolfo Barráez, quien pese a contar con solo 25 años de edad, llevó la batuta como todo un profesional.
Además, se incluyó el concertino para clarinete, fagot y orquesta de Franz Danzí; la parte de los solistas estuvo a cargo de los integrantes de la filarmónica, Luís Obregón en el clarinete y Peter Tourkine en fagot.
Finalmente, la velada concluyó con la sinfonía no. 8 de Ludwing Van Beethoven, invocando los aplausos del público, quienes de pie, ovacionaron a los músicos desde las butacas.
Este fue un momento inolvidable, especialmente para la gente venezolana, quienes esa noche pudieron deleitarse y rememorar con nostalgia a su país, gracias al programa preparado por el joven director.
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El año pasado Rodolfo Barraéz, ganó el premio Internacional de Dirección de Orquesta, organizado por OFUNAM. A sus 25 años ya dirigió a la Orquesta Filarmónica Juvenil Universitaria Eduardo Mata, así como a la de la UNAM, y actualmente vive en Berlín donde continúa con sus estudios.