Pasando las doce del día, con las bancas llenas de flores en la iglesia de San Agustín, el párroco entró bendiciendo el camino hacia el altar, donde Diego Olvera Mendoza y Ana Tamara Escobar Dijkstra, frente a los amigos más queridos y su preciada familia, aceptaron ofrecer sus vidas en sagrado matrimonio.
La madre de él, la señora Ana Luisa Mendoza Pesquera y el padre de ella, el señor José Escobar Cuevas entraron tomándolos del brazo para entregarlos a la bendición del padre, mientras hermosa música clásica, conformada de violines, chellos y el órgano del lugar resonaban por todo el recinto.
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Los recién casados vivieron distintas etapas de su vida, desde que se conocieron en la adolescencia durante la preparatoria hasta el día de hoy, viajes juntos y muchas aventuras que recordar.