Estamos en tiempos de guerra contra un enemigo invisible, que nos puede acechar en cualquier momento, el miedo se apodera de nosotros, si lo permitimos.
Vemos cosas apocalípticas, pilas de muertos, los doctores y enfermeras muriéndose porque no hay equipo para cuidarlos, agotados dan la vida por nosotros, con casi nulo el apoyo del gobierno federal y la poca información, empieza la ansiedad, porque no sabemos a dónde vamos.
La economía parada, nos queda muy poco del mundo de antes del coronavirus y no sabemos para dónde va el mundo.
Es necesario parar un poco para con lo que tenemos y con lo que nos queda, seguir adelante.
La energía de estos tiempos saca lo mejor y lo peor de las personas, vemos a mucha gente ayudando cada quien como podemos, pero también la maldad ha salido factor de vida, la violencia, la inseguridad y las injusticias.
La violencia familiar que siempre ha existido y ahora confinados es mucho peor, se vuelve un infierno, es momento de tomar decisiones, es momento de pensar en lo que realmente quieres, de tomar fuerza y poder para enfrentar lo que estamos viviendo.
La queja nos destruye, la violencia acaba con todo, valoremos lo que si tenemos, para empezar una vida nueva, quizá más sencilla, pero más real más llena, más profunda, más verdadera.
Lo que vamos a aprender o ya hemos perdido, por duro que sea, nos tiene que llenar de valor, para empezar lo nuevo.
la desesperación hace que tomes las peores decisiones, es momento de centrarte, saber que no eres solo este cuerpo, que eres mucho más grande que esto, confiar, y en tu centro, tomarás las mejores decisiones, y de esta muerte de muchas cosa, es nuestra responsabilidad salir fortalecidos y tomar la decisión de ser feliz, ¿cómo estoy?, con lo que tengo y convertir en una persona con fuerza moral, eso solo te lo da el sufrimiento y tu decisión de que nada te va a tumbar, puedo caerme pero lo que no se vale es permanecer caído.
Grandes momentos espirituales estamos viviendo, es la oportunidad de tomar las riendas de tu vida, a cualquier precio, tu puedes darte lo que necesitas, deja de esperar afuera, en las crisis siempre hay una gran oportunidad, una bendición escondida