Adentrarse a la historia de Querétaro es descubrir capítulos que han sido marcados por siglos y que hoy son un acervo cultural para los acontecimientos del país.
El Convento de la Cruz es construido en el Cerro del Sangremal, donde cuenta la historia que el 25 de Julio de 1531, en medio de la batalla de los españoles contra los indios Chichimecas, se eclipsó el cielo y apareció, sobre la loma de Sangremal, una ráfaga luminosa, en el centro y en el aire apareció una cruz con el apóstol Santiago montado en un caballo blanco, a este suceso se debe el nombre de Santiago de Querétaro y que se tomará como el fundador de la ciudad.
En el Convento según relata la guía de turistas del lugar Belém Fierro, se instituyó en primer Colegio de Propaganda FIDE (Fe en latín), en el año de 1683, por Fray Antonio Margil de Jesús a quien también se le atribuyen los árboles de espinas característicos del lugar. Aquí se preparaban los religiosos para la misión. De este egresaron muchos frailes, siendo uno de los más importantes fray Junípero Serra.
Otro de los datos históricos es cuando el Ejército Imperial Mexicano al mando del Emperador Maximiliano de Habsburgo tomó el lugar lo cual ocurrió del 13 de marzo al 15 de mayo de 1867.
El sitio fue saqueado y destruido casi en su totalidad, donde hubo pérdida de cuadros y reliquias valiosas; hoy existe el "Cristo balanceado" un mural de autor anónimo y con aproximadamente 250 años de existencia, el cual adquiere ese nombre ya que los soldados lo rafagearon y aunque aún se observan las huellas de las balas ya que nunca ha sido reparado de conserva en excelentes condiciones y mirando muy detenidamente la parte de atrás se puede observar lo que se cree es el antiguo Jerusalén.
En el recorrido se encontrar la antigua cocina franciscana, la cual tiene una cava oscura y fría que fungía como refrigerador para conservar los alimentos en perfectas condiciones, el patio de aguas donde se ubica el último arco del acueducto símbolo de la ciudad y el cual fue construido por el Marqués de la Villa del Villar del Águila y concluido en 1735 para abastecer del vital líquido a la ciudad, funcionando hasta 1905.
Como todo lugar lleno de energías y con tantos siglos de construcción, las historias urbanas no se hacen esperar y es Belém quien confiesa haber vivido situaciones paranormales en diferentes partes del sitio, como por ejemplo, cuando junto a un grupo de turistas hacia el recorrido habitual y al llegar a la celda de Maximiliano donde se encuentra un gran baúl en medio de las explicación vieron como repentinamente este se movió sin explicación alguna, haciendo que todos los visitantes salieran corriendo. O cuando en la cocina un grupo se iba a tomar una foto donde le pidieron posar junto con ellos y cuando veían las fotos en una apareció un fraile tomándola de los hombros.
Y ante tantos acontecimientos que le han sucedido ya lo toma con humor, pues a la mayoría de sus compañeros han sido víctimas de estos sucesos.
Horarios para visitar el convento
son de Martes a sábado
9:00 a 13:30 y de 3:30 a 18:00 horas
Domingos
9:00 a 18:00 horas
Cooperación $20.00 pesos
Adultos con INAPAM y estudiantes con credencial $10.00