Jem Jenkins Jones estuvo encerrada en su casa de Gales durante gran parte del año pasado debido a los confinamientos por la pandemia, pero consiguió cumplir la promesa que le había hecho a su hija de 10 años de ver desde la aurora boreal en Islandia hasta los parques naturales de Sudáfrica ... en realidad virtual.
"Se quedó maravillada", afirma, calificando sus experiencias virtuales como "un salvavidas" para ellas.
Las estrictas cuarentenas y limitaciones para viajar durante la pandemia despertaron un renovado interés en las experiencias de inmersión en viajes virtuales, cada vez más asequibles con las nuevas aplicaciones y programas de realidad virtual.
Incluso quien está confinado en casa puede darse un paseo virtual por Machu Picchu, las selvas tropicales de Borneo o atravesar Estados Unidos de costa a costa en un convertible.
Los datos sobre el uso de la realidad virtual son limitados, pero los desarrolladores identificaron un interés creciente desde el comienzo de la pandemia.
"Se ha disparado por las nubes", afirmó Cezara Windrem, creadora de la plataforma Alcove de realidad virtual en AARP Innovation Labs.
Alcove permite a los usuarios visitar lugares exóticos como la barrera de coral de Australia o la isla de Malta, además de compartir una experiencia virtual con un miembro de la familia que no tenga los conocimientos técnicos necesarios.
"Supimos de mucha gente que descubrió Alcove y decidió comprar un casco para los miembros más mayores de la familia", relató Windrem.
Esto permite compartir viajes incluso durante un confinamiento, además de otras experiencias como "jugar al ajedrez con alguien al otro lado del planeta".
De Londres a Venezuela
Con la industria del turismo arrasada por la pandemia de coronavirus, la realidad virtual ha emergido no solo como sustituta de los viajes reales, sino también como complemento para ayudar a la gente a planear su próximo viaje.
Los desarrolladores de aplicaciones crearon un abanico de experiencias turísticas: visitar las pirámides de Egipto, el Taj Mahal, las sabanas de Kenia o el Antártico en kayak.
Los usuarios pueden optar por el hardware de Oculus de Facebook, de PlayStation de Sony o el económico Google Cardboard, entre otros. Se pueden encontrar equipos desde 300 dólares y la mayoría de aplicaciones son gratuitas.
"Viajé todas las semanas de la pandemia, desde la comodidad de mi casa", relató Rafael Cortes, un informático que usa Alcove y la realidad virtual de YouTube.
"Fui a Londres, al puente de cristal en China, al Salto del Ángel de Venezuela, la antigua ciudad de Petra en Jordania, un viaje en helicóptero en Nueva York", enumeró.
Amy Erdt vive en Portland, Oregon, pero con realidad virtual, "me gusta caminar por la ciudad de mi hermana en Wallingford, Inglaterra, ocasionalmente porque no puedo estar allí".
Erdt, que administra un grupo de Facebook de usuarios de realidad virtual, dijo que había "algunas experiencias de viaje geniales" en realidad virtual, que pueden resultar muy realistas.
"Una vez estuve en una mesa de póquer virtual a la 1 de la mañana con un tipo en Australia que estaba comiendo [pollo] KFC", contó. "Podía escuchar cómo crujían sus KFC".
No solo juegos
Las aplicaciones más populares de realidad virtual están en el sector de los juegos y la fantasía, pero los viajes se han convertido en un nuevo ámbito de crecimiento.
"Durante la pandemia, cuando todo el mundo está socialmente aislado puede parecer extraño el aislarte aún más para transportarte a otro lugar, pero nos permite experimentar cosas que no podemos hoy", afirmó Avi Greengart, analista de la consultora Techsponential.
Claramente, con los viajes de realidad virtual "no puedes comer la comida única de esa zona, te pierdes muchas de las experiencias sensoriales y encuentros fortuitos con la gente local", reconoce.
Pero "puedes explorar un museo y tenerlo todo para ti", algo que puede resultar imposible en el mundo físico.
Un informe de la compañía GlobalData muestra que la realidad virtual y aumentada ya había comenzado a tomar el impulso de los operadores de viajes y juntas de turismo antes de la pandemia, para permitir a la gente probar un destino antes de ir.
Según el analista Ralph Hollister, de GlobalData, la pandemia podría darle un empujón duradero al sector.
"Pasar considerablemente más tiempo dentro de casa con mucho tiempo libre, combinado con la necesidad de viajar, ha significado que los aspirantes a viajeros hayan recurrido a la realidad virtual", indicó Hollister.
La realidad virtual puede convertirse, además, en un elemento importante del proceso para los turistas que quieren seleccionar su próximo destino, de acuerdo al analista.
"La extensión del uso de la realidad virtual para estos propósitos puede ser el próximo paso para esta tecnología, ayudándole a dejar definitivamente atrás la etiqueta de artilugio