Bañada por las aguas del Golfo de México, Veracruz es una de las ciudades portuarias más importantes de México por la enorme cantidad de mercancía y productos que llegan de otros estados y países a territorio mexicano, además por los miles de turistas que recibe mensualmente, no solo del país sino extranjeros, principalmente de Asia y Europa.

“En el mar, la vida es más sabrosa”, dice un conocido refrán mexicano y aquí se comprueba lo anterior. La vida es alegre, los lugareños pasean por el malecón o trotan con sus mascotas en un clima tropical. Junto a la playa se aprecian las miles de sombrillas y de personas bañándose en las aguas del Golfo de México.

La zona turística está rodeada de restaurantes, museos, comercios, mercados tradicionales, artesanías y los imponentes barcos que cargan miles de toneladas de productos en sus contenedores.

Aquí la vida se gana de muchas formas, vendiendo hot cakes en la playa, cantando corridos a los turistas, haciendo rutinas de comedia, pescando, paseando a los visitantes en “la banana” y muchas más.

Llama la atención los clavadistas que se ubican en el área de carga del puerto; con los enormes barcos de fondo, retan al turista diciéndole; “una monedita patrón, arrójela al agua y voy por ella, si la saco, es para mi”. Acto seguido, el incrédulo visitante lanza la moneda al agua y dando piruetas, los clavadistas se sumergen y tras unos segundos, emergen con la moneda en sus manos, llevándose así el sustento diario para su familia y una ola de aplausos del público expectante.

El centro colonial es digno de visitarse, con arquitectura española rematada con grandes portales, además de poder visitar el faro Venustiano Carranza y el área de la Marina de México, pero sobre todo, los hermosos atardeceres y amaneceres, donde el sol va y viene una y otra vez sobre este mar de gente, sobre este mar lleno de vida y emoción para todo aquel que le visite.