Caminar con mi cámara me ha permitido encontrar increíbles composiciones al azar dondequiera que vaya. Después de muchos años de este tipo de caza fotográfica, me he dado cuenta de que incluso al estar en medio del caos, hay algo en perfecto equilibrio, solo basta mirar hacia arriba o más allá, y disparar.
Al revisar estas imágenes me he dado cuenta de que hay una fuerte presencia del color azul en mis composiciones: un resultado que no ha sido planeado y que ahora conforma una serie de fotos a la que he llamado Street blues o El blues de la calle. Escogí ese nombre por el doble significado del vocablo blues que en inglés se utiliza tanto para designar al color azul como para hablar de la nostalgia.
Así que ahora los dejo con algunas de las fotografías que forman parte de esta colección de temas heterogéneos (viaje, abstracto, foto urbana) pero que involucran a los mismos protagonistas: el color azul y la nostalgia por un momento que ya fue y que ha quedado capturado por mi lente.
Bogotá, Colombia.
Los trabajadores de mantenimiento de la Biblioteca Virgilio Barco hacen limpieza de uno de los espejos de agua concebidos por el gran arquitecto colombiano Rogelio Salmona.
Barcelona, España.
Al caminar por La Barceloneta sugiero levantar la vista y buscar el teleférico que une al puerto de Barcelona con la montaña de Montjuic.
Montreal, Canadá.
La ribera del San Lorenzo de esta ciudad se transforma en una concurrida playa durante los meses de verano. Paseando por ahí salió esta fotografía, una de mis imágenes abstractas favoritas.
CDMX, México.
La magnífica celosía del hotel Camino Real, de Ricardo Legorreta, es inconfundible. En esta foto se funde con el cielo azul.
Pals, Cataluña.
Las playas de la Costa Brava, en Cataluña, son un destino imperdible para los que quieran salir de la gran ciudad y descubrir pueblitos legendarios llenos de historia con vista al mar.
San Cristóbal de las Casas, México.
San Cristóbal tiene un lugar especial para mí. Caminar por sus calles es descubrir escenas inolvidables y composiciones llenas de color y armonía.
Udaipur, India.
El salón azul del Palacio de Udaipur nos muestra la magia del estilo Mughal.
Khajuraho, India.
La India es uno de los países más fotogénicos que conozco. Esta imagen me gusta mucho por su colorido y porque me hace recordar mis paseos por el pequeño pueblo de Khajuraho, famoso por sus monumentos declarados por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad.
Mérida, México.
Alguien espera con atención las calles de la blanca Mérida.
Praga, República Checa.
In fragranti en la tierra de Kafka, muy cerca de una de las plazas dedicadas a él.
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Texto y fotografías de Sandra Hernández, arquitecta y fotógrafa. Su pasión por el tema urbano y su acontecer cotidiano le ha llevado a explorar el mundo desde estas dos disciplinas cuya práctica está estrechamente ligada: una complementa a la otra.
Cuando no está de viaje trabajando en algún proyecto, divide su tiempo entre las ciudades de Quebec, Canadá y Querétaro, México.
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