Desconozco por qué hay gente que decide ser artista y gente que decide no serlo, pero en mí había un profundo instinto de supervivencia, una necesidad de definirme y afirmarme según mis propias condiciones y no según las de los demás. Y la manera que encontré de lograrlo fue convirtiéndome en artista.
Dave Heath
Al llegar a la plaza de acceso de la Galería Nacional de Ottawa (National Gallery of Canada) nos recibe la imponente escultura “Mamá” de Louise Bourgeois (obra que hace unos años ocupó temporalmente la explanada del Palacio de Bellas Artes, en CDMX, y que se ha apropiado de espacios como el Tate Modern Museum (Londres), el Museo Guggenheim de Bilbao o el Mori Art Museum de Tokio, entre otros). Erigido en granito y cristal, el edificio retoma las formas y escala de aquellos que ocupan la vecina colina parlamentaria, sede de los más importantes recintos del gobierno federal canadiense.
El hogar actual de este museo, quizá el más importante en su género de Canadá, fue construido en 1982 según el diseño del arquitecto israelí-canadiense Moshe Safdie (quien saltó a la fama por su proyecto Habitat 67, concebido para la Feria Mundial de Montreal en 1967) y se ubica junto al río Outaouais, justo frente al Major’s Hill Park.
La colección de arte que alberga el lugar está centrada en artistas canadienses de todos los tiempos donde se incluyen obras de arte inuit y de las primeras naciones. Esta compilación es la más completa del país y en ella se encuentran artistas como Louis-Philippe Hébert, Tom Thomson, Emily Carr, Alex Colville, Jean-Paul Riopelle y Jack Bush. Además, la Galería cuenta con una selección de arte internacional con obras de Warhol, Cézanne, Gauguin, Pizarro, Van Gogh y Klimt, por citar algunos.
En esta ocasión he tenido la suerte de toparme con la exposición temporal del fotógrafo de calle Dave Heath (1931-2016) intitulada Multitude, Solitude (Multitud, Soledad) que abarca toda su trayectoria como artista y se centra en el tema de la soledad y la alienación de la vida moderna.
Para mí ha sido todo un descubrimiento, ya que desconocía la vida y obra de este artista canadiense (Heath nació en Pittsburgh, pero vivió la mayor parte de su vida en Toronto) y gracias a esta coincidencia he encontrado una voz y una mirada afín a mi trabajo. He disfrutado enormemente esta exposición y podría decir que algo cambió en mi misión como artista después de verla. Así que a los amantes de la fotografía de calle les recomiendo consultar su obra porque estoy segura de que será una fuente de inspiración.