Vitaflumen: Puertas

Descubro que hay temas que, sin proponérmelo de manera consciente, tienen una fuerte presencia en mi catálogo de imágenes. Entre ellos están las puertas. Aquí dejo una pequeña selección de algunos de estos vanos que forman parte de mi colección.

Blanc-Sablon, Quebec, Canadá.

En este pequeño poblado ubicado al norte de la provincia quebequense predominan los paisajes grises, monótonos, muy a tono con la tundra del lugar. Una tarde de otoño me topé mientras corría con esta puerta roja que recibía los últimos rayos de sol del día. Me alegré de llevar en el bolsillo mi camarita portátil y no dudé en disparar.

Barrio de La Candelaria. Bogotá, Colombia.

Otra puerta roja. Ahora en el encantador barrio bogotano de La Candelaria, a las faldas del Cerro de Monserrate.

Barichara, Colombia.

Uno de mis lugares favoritos del mundo es este pueblito de la provincia de Santander, en Colombia. Caminos empedrados, techos de teja, arquitectura colonial de piedra arenisca y cielos azules. Me detuve a mirar estas puertas por largo rato. Su sencillez y proporción me parecieron perfectas.

Barrio de La Cruz. Querétaro, México.

Esta foto la tomé en alguna de mis andanzas por el barrio de La Cruz, en esta ciudad, hace ya varios años. Cada vez que vuelvo por ahí, compruebo con gusto que la escena sigue ahí, intacta, atemporal, y vuelvo a tomarle una foto más.

Udaipur, India.

Los indios son gente supersticiosa que da un trato especial a las entradas de los lugares, especialmente a las de sus casas o negocios. En esta imagen, una guirnalda es colocada en la puerta de esta casa para ahuyentar las malas energías. En la parte alta se ve una imagen de Ganesha, ese dios mitad simio mitad humano que elimina los obstáculos.

Khajuraho, India.

Una de las cosas que más pueden sorprendernos al llegar a la India, es descubrir que casi todas las puertas tienen inscritas una svástica de color rojo. En occidente tenemos asociada esta imagen al nazismo pero, en realidad, ese término viene del sánscrito svastika que quiere decir buena fortuna o bienestar. Este símbolo está asociado a la divinidad o Brahman y al padre sol o Suria, ya que los brazos representan los rayos del sol.

Varanasi, India.

La belleza del paso del tiempo representada en estas puertas de las calles de Varanasi, cuidad sagrada del hinduismo y una de las más antiguas del mundo.

San Cristóbal de las Casas, México.

“Menos es más”, dijo el gran arquitecto Ludwig Mies van der Rohe. Y para muestra, esta puerta que descubrí a un costado de la escalinata que lleva a la iglesia de Guadalupe.

Tlayacapan, Morelos, México.

Cada uno de los elementos de esta fotografía: la puerta verde, el marco, el muro de adobe, la cruz marchite, el número treinta y tres, la línea roja, forman un escenario singular lleno de color y texturas.

Ámsterdam, Holanda.

A veces las puertas son son solo marcos de alguna de esas escenas cotidianas que encuentro durante mis paseos. En este caso me ha llamado la atención el contraste entre la luz interior y la exterior: la puerta como umbral.

Barrio de Sisal. Valladolid, Yucatán, México.

El marco, el contraste de colores, la textura de la madera pintada: armonía total. Hay puertas que obligan a detenerse y observar. Y en el barrio de Sisal, en Valladolid, hay una cuidado especial por la arquitectura y sus fachadas.

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Texto y fotografías de Sandra Hernández, arquitecta y fotógrafa. Su pasión por el tema urbano y su acontecer cotidiano le ha llevado a explorar el mundo desde estas dos disciplinas cuya práctica está estrechamente ligada: una complementa a la otra.

Cuando no está de viaje trabajando en algún proyecto, divide su tiempo entre las ciudades de Quebec, Canadá y Querétaro, México.

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