La llegada de esta mágica ave a casa es señal de buen augurio, para muchas civilizaciones el Colibrí representa la visita de un ser querido ya fallecido, según la cultura guaraní, donde sus creencias indican que cuando un ser humano muere, este abandona el plano terrenal, su alma se desprende de su cuerpo y vuela hasta posarse en una flor.
Para los Mayas esta pequeña ave era la encargada de llevar buenos pensamientos y bellos deseos, por lo que quien la veía es porque alguien muy especial estaba pensando en esa persona.
Los Aztecas veían a esta ave como mensajero entre el hombre y los dioses, para ellos representaba un animal sagrado y lo utilizaban como amuleto de buena suerte y su presencia era señal de buenos augurios.
Dentro del cristianismo en la Biblia fueron nombrados como mensajeros del cielo, donde su presencia es un llamado a la resiliencia, liberar la carga de las personas ya sea de su pasado, algo que la atormenté… su presencia indica que todo saldrá adelante y en su pequeño cuerpo está la bondad y el amor infinito de Dios.
Si esta pequeña ave llegó a tu jardín, no es por casualidad, algo muy grande está por venir y es tiempo de tratarla como ese invitado que llega a nuestro hogar a traer buenas nuevas, entonces te preguntarás ¿qué le ofrezco de comer?, según el veterinario Alejandro Iturbe, experto en estas aves, indica que si tienes flores en color rojo en tu jardín ese será el lugar preferido del colibrí, pues este color le encanta “ellos no consumen semilla para pájaros como los demás; mejor coloca azúcar, este alimento les encanta y les produce energía, la savia es un postre para ellos”.
De la misma manera indicó que hay alimento especial para estas aves donde mencionan que está reforzado con proteínas, “estos sobres son carísimos y no es algo que el colibrí necesite (…) los colibrí no necesitan proteína extra pues esa la obtienen de los insectos que comen, mejor guarda tu dinero”.
El especialista dio la receta para hacer un buen néctar de calidad que hará que los colibríes vayan muy a menudo a tu jardín.
Primero hay que combinar una parte de azúcar blanca con cuatro partes de agua. Colocar en una olla y calentar el agua a fuego bajo durante 2 minutos, mezclando muy bien y evitando que el líquido se consuma.
Hay que dejarlo enfriar antes de meterlo en el comedero, jamás lo coloque caliente pues el colibrí puede hacerse daño.
Si sobra néctar hay que guardarlo en refrigeración.
Es importante mencionar que nunca se debe utilizar miel o edulcorantes artificiales, tampoco tintes rojos.
Hay que limpiar el alimentador regularmente con agua caliente para prevenir la fermentación y el moho, cada tres días en climas cálidos, cada siete días en fríos.
A los colibríes no les agrada el néctar viejo, así que es mejor poner una cantidad adecuada e ir cambiándola y no permitir que la mezcla del néctar se haga dura.
Alejandro Iturbe afirma que estas aves son libres, “hay muchos mitos sobre alimentarlos (…) dicen que si los alimentas ellos ya no migran a buscar lugares más cálidos y se pierde la oportunidad de que se puedan aparear, nada más fuera de la realidad. Sus cuerpos están instintivamente impulsados a emigrar por más que la comida sea exquisita y siempre esté disponible, por lo que esto no los afectará en ningún sentido”.
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Entre tanto, el experto indica que al ofrecer este néctar a los “mensajeros del cielo”, se aumentan sus posibilidades de supervivencia durante el invierno. “Los colibríes deben ser capaces de duplicar su tamaño corporal antes de comenzar el proceso de migración. Si no pueden encontrar comida suficiente, entonces no van a ser tan fuertes y sanos como para realizar un viaje que podría ser de hasta 2.000 kilómetros”.
