Las mujeres se han unido para demostrar su poderío, como es el caso de Verónica Pacheco oriunda de San Juan del Río, Querétaro. Aunque su profesión es comunicóloga, siempre tuvo el gusto por el diseño y desde chiquita realizaba vestidos y cambios a su ropa, poniéndoles detalles que los hacían muy originales. A esa edad también le surge el gusto por las muñequitas de trapo y colores, que antes de ser Lelé se conocían como “las muñequitas de las Marías”, realizadas por manos de mujeres indígenas y de la que es coleccionista.
Fue tanta su afición por ellas que un día pensó regalarle algún detalle mexicano a su hermana que vive en Estados Unidos y fue como le obsequio una chamarra con la muñequita bordada por la espalda; con ello le entregaba no solo el detalle de su México, también lo que a ella gustaba más, su muñeca amealcense.
Realizada con sus propias manos y con las enseñanzas de bordado de una tía, el diseño causó furor en el país vecino y tras subir su creación a Instagram, se volvió todo un suceso principalmente en el extranjero.
Así comienza la historia, recuerda Vero “mi hermana me decía que la paraban para saber dónde la había conseguido y comenzaron a pedir de Nueva York, Chicago, Indianápolis y varias partes de Estados Unidos, en México no se diga”.
Como buena emprendedora y con su producción al tope, la sanjuanense, pidió ayuda a mujeres de la comunidad del Cazadero, perteneciente a San Juan del Río. Con ello no sólo ha logrado importar las chamarras a Estados Unidos, lo hace también a Europa y Sudamérica. “Estas mujeres han sido una fortaleza para mí, somos un equipo, donde día a día aprendemos juntas y la producción que se realiza sale con los mejores estándares de calidad pues lo principal es que quien compre el producto vea el impecable trabajo de las mujeres mexicanas” dice orgullosa.
Lo hermoso de todo este empeño, es que, mujeres amas de casa, jefas de familia, que no percibían dinero, pasando malos momentos tanto económicos como sentimentales, hoy están viendo la vida de diferente manera; autoemplearse les creo una seguridad a cada una de ellas y ahora saben que lo que bordan es un arte apreciado en todo el mundo, porque además de las Lelé, realizan cualquier diseño que la gente les pida y con esto abren todo un mercado.
Para finalizar la creativa contó sentirse satisfecha y comprometida por el trabajo realizado, que el esfuerzo conjunto con sus colaboradoras, ha dado tantos resultados que sus creaciones ya se encuentran en Alemania y República Checa, donde el arte mexicano ha traspasado fronteras.