En la madrugada del primero de enero de 1994, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) emitió una declaración de guerra en contra del Estado mexicano y tomó por las armas cinco cabeceras municipales de Chiapas: San Cristóbal de las Casas, Altamirano, Las Margaritas, Ocosingo y Chanal. El enfrentamiento armado duró 12 días y se acuñó la victoria al EZNL. Las únicas voces del movimiento que el mundo conoció en ese momento fueron las del Subcomandante Marcos, el Subcomandante Pedro, el Comandante Hugo y la Comandanta Ramona… hasta hoy.
Después de las armas (2024) es un documental de Héctor Laso y Denise Maerker, que reúne los testimonios de exintegrantes del EZLN: Benito, Elisa, Mario, Felicia y Luis Miguel, a tres décadas de aquella rebelión. Por primera vez deciden quitarse el pasamontañas para narrar sus motivaciones personales, experiencias y mostrar sus heridas de batalla.
En entrevista con Diario de Querétaro, Héctor Laso cuenta que el proyecto nació con motivo del aniversario del suceso y que luego de la investigación que realizaron, fue que se percataron que gran parte de la documentación en torno al levantamiento solo rescataba los testimonios de los líderes del EZLN, y no de quienes habían participado en las tropas.
“Nos preguntamos cuál era la historia detrás de esos rostros ocultos, queríamos saber quiénes eran los que dispararon, qué los había motivado, entre otras cosas. Nos tomó demasiadas visitas a Chiapas, pero eventualmente llegamos con el Mayor Mario, quien nos contó la historia de que él fue quien lideró un pelotón de combate y su mano derecha fue Benito, quien a su vez estuvo acompañado por su esposa. Así fuimos encontrando nuestra historia a documentar y fue algo impresionante porque dentro de los testimonios encontramos toda una metamorfosis –de campesinos a soldados–, que no solo revela las tácticas militares, sino también una transformación ideológica. Reflejar eso en la cinta fue sumamente importante, principalmente para demostrar si el movimiento tuvo o no razón de ser”, asevera el director mexicano.
Traer estas voces a la pantalla en 2024 fue fundamental para Laso, ya que considera que ciertos conceptos y situaciones que exponen los personajes durante la cinta se mantienen vigentes en el contexto actual de los movimientos sociales.
“Hoy en día hay jóvenes que están en lucha por la equidad y por eliminar roles de género, y ese es un punto que atraviesa el documental y que hace treinta años los indígenas que tomaron las armas también se cuestionaron y buscaron erradicarlos dentro de sus comunidades. Creo que es impactante ver a una mujer de 24 años, hija de un exguerrillero, dar pláticas de empoderamiento femenino en la selva de Chiapas y estudiar su segunda carrera; es un testimonio muy valioso para las generaciones de hoy en día”.
La perspectiva de género también atraviesa el documental, por lo que muestra cómo fue la participación de las mujeres dentro de los altos mandos del EZLN; exmilitantes como Elisa y Felicia dan cuenta de ello en la cinta.
“Aún se cree que porque las personas de estas comunidades viven en una montaña, posiblemente no cuentan con información sobre los derechos sexuales y la liberación femenina, cuando en realidad fueron temas que se tocaron desde el movimiento guerrillero, y a la fecha permea en sus hijas y nietas. Es sumamente poderoso ver que dentro de las comunidades indígenas existen estas dinámicas y hasta nos hace preguntarnos por qué con ellos sí se ha conseguido la equidad de género, pero en las sociedades ‘modernas’ siguen existiendo obstáculos”, reflexiona el director.
Durante el rodaje, el equipo de producción fue testigo de un bloqueo en una de las carreteras de Chiapas a causa del crimen organizado y aunque la seguridad pública actual del estado no era el enfoque de la cinta, inevitablemente es uno de los temas que aparecen en el documental. “Algo que sí me gustaría aclarar es que nuestros personajes tomaron las armas porque no contaban con lo más básico. No tenían comida, salud, educación, ni un techo donde vivir. Una de las protagonistas relata que se quedó huérfana a los cinco años, su mamá falleció por no tener acceso a un médico, y desde entonces tuvo que cuidar a sus hermanos menores.
“Ahora (en la región aparecen) grupos delictivos que buscan el control del territorio, por trata de blancas, tráfico de drogas, por extorsión, ajustes de cuentas, entre otros aspectos. Creo que no hay punto de comparación entre ambos contextos”, enfatiza.
Finalmente, el director invita al público a conocer el documental no para comprobar si el movimiento del EZLN funcionó o no, sino con el interés de conocer a las personas que formaron parte de este movimiento y de las transformaciones que vivieron sus comunidades.
Después de las armas fue presentado en Querétaro dentro de la programación de la 12 edición del Festival Internacional de Cine y Narrativas de No Ficción de Querétaro, Doqumenta. La proyección contó con la presencia del director, quien encabezó un conversatorio sobre la cinta.
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Además, habrá una segunda función el 11 de agosto, a las 18:00 horas, en la Cineteca Rosalío Solano; la entrada es libre.
Cabe mencionar que Héctor Laso trabaja actualmente en un nuevo proyecto con la periodista Denise Maerker. Adelantó que se tratará de una serie documental histórica de cinco episodios, sobre un partido político mexicano: “Es una serie que a todo mundo le va a llamar la atención y que dará mucho de qué hablar”.