En un día como hoy pero de hace 100 años, nació la bailarina, coreógrafa y directora de ballet, Guillermina Bravo (1920-2013); quien por su labor y aporte a este arte, hoy es considerada la madre de la danza contemporánea en México.
Fundadora e impulsora durante 58 años del Ballet Nacional de México, Bravo abrió las puertas del Centro Nacional de Danza Contemporánea (Cenadac) en Querétaro, donde emergieron grandes bailarines y coreógrafos que hoy continúan con su legado a través de sus propias compañías. Tal es el caso de Alejandro Chávez, director de Ciudad Interior, y quien a propósito del centenario de su natalicio, se encuentra preparando una nueva pieza, en la que sintetizará las enseñanzas de la maestra en su proceso de formación como coreógrafo.
En entrevista con DIARIO DE QUERÉTARO, Chávez comparte que la pieza formará parte de un homenaje, que tendrá lugar en las instalaciones del Cenadac el próximo 4 de diciembre.
“Guillermina fue una tutora para mí desde que fui su alumno en el Cenadac hasta el último momento”, refiere Chávez sobre la maestra, a quien recuerda siempre pendiente del desarrollo artístico, físico y personal de todos sus bailarines. Además de amante de la danza, la literatura y la política, Chávez distingue entre sus cualidades, su mirada crítica y trabajo implacable en todo lo que hacía. “Ella nos decía que en nuestra labor teníamos que investigar hasta que descubriéramos la bomba atómica de nuevo (…) Nos empujaba a encontrar nuevas formas de abordar el trabajo creativo”.
Chávez ubica un antes y después en la danza contemporánea con Guillermina, y lamenta que desde que decidió cerrar el Ballet Nacional de México, en el país no ha surgido otro grupo con la misma fuerza. “Hay muy buenos grupos en México pero no han alcanzado la misma cúspide por falta de rigor y visión crítica para hacerlo, así como de colaboradores que aporten desde la misma mirada a los proyectos. Eso y recursos económicos es lo que falta”.
Esta conmemoración, señala el coreógrafo, puede servir al gremio y a las instituciones abocadas al impulso de las artes en el país, a generar nuevas estrategias que permitan darle un giro a la situación.
"Además hay que rehacer la danza para que la gente se vuelva a identificar, y así justificar los apoyos del Fonca (Fondo Nacional para la Cultura y las Artes) y hacerlos crecer”, agrega.
Con 57 coreografías en su haber, Guillermina Bravo fue considerada la artista de la danza moderna y contemporánea más importante de México. También se reconoce su aporte pedagógico para la formación profesional de bailarines y coreógrafos. Desde una visión nacionalista, e inspirada en los valores de las culturas de México, Bravo impulsó al Ballet Nacional de México, con el que hizo múltiples giras por el país y el extranjero. Primera representante de la danza en obtener el Premio Nacional de Artes (1979), fue Creadora emérita del Sistema Nacional de Creadores de Arte (SNCA) desde 1994 y miembro de la Comisión de Artes y Letras del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes.
Nacida el 13 de noviembre de 1920 en Veracruz. Murió en Querétaro el 6 de noviembre de 2013, a la edad de 92 años.
Bravo abrió las puertas del Centro Nacional de Danza Contemporánea (Cenadac) en Querétaro, donde emergieron grandes bailarines y coreógrafos.