A veces el amor es un cáctus

#RecomendacionesPerras

@lagartijilla83 | Colaboradora Diario de Querétaro

  · viernes 26 de marzo de 2021

Foto: Cortesía | Ediciones Lili Putiences

Creo que es necesario visibilizar la importancia de la poesía y ser parte de la generación de mujeres que están participando en este boom; escribo porque faltan voces

Andrea Muriel


Tengo un amigo que siempre escribía, y que sigue escribiendo, en todas sus redes sociales: “Lea poesía” (o algo así) y yo pensaba … ¿Poesía? Naaah … ¡ni le entiendo! Me parecía uno de los géneros más difíciles de entender, y justo ahí, pienso, estaba mi problema. Yo toda ingenua queriendo “entender” la poesía … ahora que han pasado los años, he comprendido que la poesía no es algo que tenga que entenderse o encontrarle lógica, no tiene que ser explicada … solo tiene que sentirse, es algo que te hipnotiza mientras la lees o mejor aún ¡la escuchas!

Sino saben, como yo, desde el 21 de marzo de 1999 la UNESCO estableció este día como el Día Mundial de la Poesía para honrar a los poetas, impulsar la tradición oral de los recitales poéticos, promover la lectura, escritura y enseñanza de la poesía. La verdad es que hasta este año le presté atención, muy mal de mi parte, así que por esta razón me reivindico y voy a recomendarles a una poeta, editora y traductora, muy contemporánea, lo que sea que signifique eso ¡ja!, pero digo “muy” porque apenas nació en 1990 y como dirían por ahí, “ya trae otro chip” y se nota en su obra.

Qué peligro nuestros cuerpos juntos.
Por eso no te llamo, por eso sólo te busco
en tus redes sociales para saber de ti
a través de un filtro virtual.

La autora es Andrea Muriel y su libro se llama “A veces el amor es un cactus” , lo leí el año pasado y recuerdo que lo compré porque hubo gran difusión en redes sociales y librerías locales, lo compré sin saber de qué iba, como usualmente, y resultaron ser veintinueve poemas; como ya había confesado anteriormente, la poesía no es lo mío porque además, según yo, se ha transformado tanto que siempre que la leo no puedo dejar de preguntarme ¿Esto es poesía?, pero ya llegué a la conclusión de que no me importa y solo la leo por placer, como debe de ser.

Creo que esa sensación de no saber que leo es porque estaba acostumbrada a este estereotipo de poesía lírica que vemos en las clases de literatura, que si rima, que si en verso, que si está perfectamente estructurada, que si tiene las palabras justas, que si Benedetti, que si Octavio Paz etc etc … y en realidad no es así, la poesía va más allá y al igual que el mundo y la sociedad, se transforma.

… estábamos pasando por una ruptura amorosa y yo le dije que nuestras relaciones habían sido como cactus ya que llevaban tiempo muertas, pero no nos habíamos dado cuenta hasta tiempo después.

Los poemas de Andrea son de situaciones muy actuales, porque además de narrar las típicas relaciones amorosas, que a veces salen bien y otras veces no tanto, usando por supuesto la metáfora del cactus, también nos menciona a Sailor Moon y nos sublima esta cotidianidad e intimidad que pareciera personal pero que en realidad es colectiva. Además, el libro está lleno de ilustraciones que le dan un toque mucho más interesante.

Es muy probable que los poemas de Andrea no sean halagados por la crítica literaria de nuestro país, porque “huye” de la formalidad y utiliza recursos muy actuales –como las redes sociales–, pero aun así genera esas sensaciones que todo poema debería generar y eso debería ser suficiente. Esta semana les invito a que crucen sus propias limitaciones y suelten un rato su libro de Pacheco y celebren el Día de la Poesía con una artista mexicana contemporánea.

El libro es de la Editorial Osa Menor y la pueden adquirir directamente ahí en su página, es muy barato, y a Andrea la pueden seguir en IG como @andreamuriel_

Y de regalo uno de sus poemas, para que vean de que va:

Dejo morir los cactus para no tener que cuidarlos y otras cosas que no me atrevo a confesarme a mí misma y mucho menos a ti


No sé amar sin condiciones.
Eso implicaría quererte
cuando no me pareces divertido
cuando te ves mal
o hueles feo.
Te abrazo y te digo que vamos a estar bien
pero de vuelta en mi cuarto me pregunto
por qué estamos juntos,
si podría estar con esos defectos
para siempre.

Entonces, comienzo a planear mi huida.

Muchos piensan que se necesita
gran fuerza para dejar a alguien,
pero no es cierto:
besar la espalda de alguien
cada mañana
todas las mañanas
es el verdadero acto de valentía.