Ahora, qué reflexiones…

Por Ornicoleman

  · sábado 17 de marzo de 2018

Foto: Especial

¡Guau! Este es un jazz de primera clase, moderno, de big band, con arreglos únicos sólidos y muy bien hechos, enérgicos, orquestales, exigentes, hábilmente escritos... La música de Jungsu Choi nos introduce a su fascinante sensación y talento.

Michael Gibbs / Reconocido compositor inglés

Se hacen necesarias para esta entrega? Algo que no se haya dicho antes, sería arrogancia, sin embargo; en una constante se pone en relieve una vez más, y en contra de todos los detractores del jazz, el hecho de haber futuro para esta música, porque el fenómeno de la sorpresa no da tregua. Las palabras En cualquier dirección que el jazz pueda desarrollar, estoy listo para dar la bienvenida al nuevo jazz, ¡adiós al jazz! Mi música está destinada a liberar jazz del jazz, sin etiquetas del director y compositor coreano Jungsu Choi son claras y premonitorias.

Así es, el jazz es el ejemplo de la universalización, su presencia trascendental es inequívoca, en este sentido Jungsu Choi y su Tiny Orkester han llegado en un prometedor viaje musical, con su primer grabación europea con el título Tschüss Jazz Era en el sello Challenge Records, apenas realizado a finales del año que ha terminado y un debut en uno de los escenarios más bellos y adoc para ofrecer eventos de alto nivel artístico-creativo el BIMHUIS en Ámsterdam, además en el Teatro Tillberg a tres días de fenecer 2017.

Doce músicos la estructuran esta formación, que recuerdan al sonido de lo mejor de las big bands europeas y americanas, en momentos remiten a la Orquesta nacional de Jazz de Francia y guardando la distancia a la Vienna Art Orchestra, en el sentido de transgresión, de unísonos de la voz con los instrumentos de aliento, de un refrescante dinamismo, de los timbres usados, del sentido de ir por otros caminos, de la búsqueda de la originalidad, por supuesto el swing está presente, dejando patente que Jungsu Choi está entrando por la puerta grande, al mostrarse como un consumado compositor y arreglista, que además ha absorbido el lenguaje, la tradición, para aportar su propia concepción al mundo del jazz, además provocar. Los músicos de la orquesta, impecables, virtuosos, enérgicos y elegantes.

Desde el primer tema hasta el último la deconstrucción se hace presente, nada es igual como lo que fue, influencias sugeridas, originalidad omnipresente, tan es así, que cundo se aborda el tema de cierre, el cansino tema de “Spain”, autoría de Chick Corea, y cansino porque los grupos de jazz en general lo abordan sin una pizca de originalidad, no se diga aquí en México, sin embrago el compositor coreano hace alarde de buena factura para mostrar una versión diferenciada.

Estimados lectores no saben cuánto se agradece, porque es una constante el copiar, sin agregar sustancia, y eso no se vale de un jazzista, cuando es la opinión de esta columna, mientras unos ven al pasado, otros ven al futuro, eso es lo que hace avanzar la música, en todos las latitudes, en todos los terrenos.

Vayan las propias palabras de Jungsu Choi para entender aún más su quehacer artístico, su carácter integrador como líder, además de su humildad para la creación de esta obra:

Durante los tres años que tardé en componer y organizar las cinco piezas de este álbum, nunca pude escucharlas. A través de los años, han existido sólo como tinta en cientos de páginas de papel. Los músicos increíbles de Tiny Orkester hicieron posible que las notas (¡aún no eran música) que existían solo como tinta sobre papel las recrearon como música real! Sólo había esbozado la mitad de la imagen, y mis increíbles músicos bellamente coloreados en la otra mitad. Por eso no es mi música, sino NUESTRA música. De principio a fin, escribir música es un proceso de hacer una elección tras otra. Esas elecciones pueden provenir de algo inherente; las mías estuvieron dentro de mí durante mucho tiempo, pusieron allí por algo que ví, escuché o leí, que podría ser incluso la música, las palabras o la vida de alguien. Esta música se ha visto afectada, inspirada y motivada por lo siguiente, y puede considerarse un homenaje a Nicolas Slonimsky, Mathias Ruegg, Carl Sagan, El Sr. Yellow (el 16º Presidente de Corea), Ludwig Wittgenstein, Fred Sturm, Michael Gibbs, Duke Ellington, mi insomnio, el cielo nocturno en Byul-Nae y Yeonsun Choi.

La reflexiones finales se hacen reiterativas, sin embargo se justifica, ¿dónde estarán los músicos mexicanos que se atrevan a hacer diferente? ¿cuándo se dejará de copiar? ¿por qué se sigue manejando los moldes anacrónicos del jazz, por ejemplo de la fusión de la década de los 70? ¿cuándo los festivales existentes, incluyendo el local anual; se basará en propuestas transgresoras para no caer la repetición de fórmulas gastadas que redundan en dar gusto a un público que sabe poco del tema? ¿cuándo se saldrá del conformismo? Este tema fenomenológico se daba ya en muchos ayeres, ya se criticaba, se ponía el dedo en llaga, el asunto que todo sigue igual o peor, se ha caído el apoyo para la presencia esta música, el terreno ganado relativamente se ha perdido. En Europa existe ebullición de músicos y amantes que apuestan por acceder a algo nuevo. ¿Dónde están los Jungsu Choi de México y de nuestro estado? ¿dónde están los festivales transgresores?

La historia continuará…

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