A Walter Benjamin y a Stefan Zweig
Amo a los que dudaron de tu fuerza
a los que te faltaron al respeto
a los que borraron la huella de tus pasos.
Amo a los que no te creyeron
a los que levantaron la mano contra ti
a los que desanduvieron tu camino.
Amo a los que retaron tus palabras
a los que construyeron otras vías
a los que resistieron clandestinamente.
¡Dios, cómo los amo y los admiro!
hoy les rindo homenaje.
paladines de la historia del mundo.
Qué imbécil, creías que el destino
humano podía estar a tus pies
encadenado a un solo juicio.
Qué insano, ¿creíste de verdad
que seguir a un solo hombre
podía marcar la ruta?
Asesino de almas, ¿creíste
que podrías acallar la libertad
que palpita en cada ser humano?
Basura, ¿creíste que matando,
cremando, gaseando, torturando,
podrías imponer tu injusto reino?
Por eso amo intensamente a los que no te creyeron
a los que incendiaron el velo
de la mentira y de la infamia.
Amo profundamente a los que
nunca dudaron que la luz
se enciende a cada espacio, libre.
Amo a los que miraron hacia el cielo,
sabiendo que el horizonte existe
y que su nombre es: verdad.
Para ellos mis respetos, mi corazón, mi vida,
porque por ellos tengo
esta pluma y la palabra entre mis dedos.
Gracias.