Travesía
Construir la ciudad que conocemos a través de la memoria, reinventarla, son algunas de las propuestas para que me acompañen en esta travesía. La idea de confeccionar una cartografía con la memoria tiene por objeto apropiarnos de los espacios de la ciudad, habitados por otras generaciones, en épocas remotas o en un pasado reciente y darles nuevos significados.
La ciudad se fue estructurando al paso de los siglos en espacios funcionales, como respuesta a sus actividades políticas, sociales y económicas.Así tenemos en las calles desfiles cívicos, procesiones religiosas, manifestaciones políticas, plazas donde los vecinos se encuentran y sociabilizan. Espacio que fue del tianguis y el baratillo; escenario de la fiesta patronal y de la manifestación ritual.
Usos del espacio
Espacios que fueron apropiados por los vecinos para fines lúdicos o para la manifestación ceremonial religiosa o cívica. En la plaza principal se encontraban los símbolos del poder y la autoridad; otros fueron creados desde el poder para vindicar héroes y exaltar las obras en "beneficio de la Patria", ahí donde antes había atrios - cementerios o huertos conventuales.
Las plazas tuvieron la función de distribuir el espacio en la estructura urbana de la ciudad virreinal. Además de ser el nodo de articulación entre los ejes que conectaban con los caminos reales y rurales. De esta manera estos espacio abiertos fueron creados con fines prácticos en la conformación de la traza.
La ciudad de Querétaro, como una ciudad de frontera con la Gran Chichimeca y el posterior auge de los reales de minas norteños; generó el establecimiento de nuevos obrajes, labores agrícolas y estancias ganaderas. La población española creció y los antiguos habitantes fueron desplazados a congregas y barrios. Estas circunstancias económicas y políticas impactaron en la forma de recorrer el primitivo pueblo de indios. El uso de los espacios abiertos y la creación a lo largo de casi 500 años de otros le otorgan características originales a las plazas queretanas. Así tenemos la Plaza de San Francisco, o del Recreo, Nuestro actual Jardín Zenea. La Plaza Mayor o la de Arriba, la actual Plaza de Armas y la Plazuela de la Cruz, actual Plaza de los Fundadores.
Propuesta
En entregas posteriores estaremos deambulando, por las plazas y jardines de nuestra ciudad. A través de la historia, la memoria y los relatos legendarios. Nuestro recorrido iniciará con el eje que forman las plazas virreinales. A partir del Jardín Zenea, donde recuperaremos aromas, sabores, texturas, ecos, paisajes y personajes. En fin, la vida cotidiana de la ciudad. Todas las viejas plazas tienen por sí mismas un sentido cifrado que reinterpretamos y deshacemos.
Reflexiones
Algunas plazas fueron diseñadas como parte del urbanismo de la ciudad, otras fueron creadas a consecuencia del devenir histórico, social y político. Todas son parte de la memoria colectiva; de los imaginarios sociales. Los vecinos secularmente le han conferido sus propios códigos y lenguajes, le dieron un significado al espacio que definía un territorio y el horizonte urbano. En esas plazas se han consolidado los sistemas de valores y símbolos que definen a un grupo social específico.