“(Anita Rabell) era el motor que nos quedaba funcionando”: Flavia Rabell

La primera actriz queretana murió el pasado 15 de agosto a los 85 años de edad, dejando un legado teatral de más de 40 años

Alma Gómez | Diario de Querétaro

  · jueves 25 de agosto de 2022

Foto: Alma Gómez | Diario de Querétaro

La primera actriz queretana, Ana María Guadalupe Flores Sánchez, conocida por todos como Anita Rabell, fundadora del Teatro Corral de Comedias, falleció a las edad de 85 años el pasado lunes 15 de agosto. Sus restos fueron velados en la que fuera su casa, sobre el escenario en el que actuó en incontables obras.

Familiares, amigos e integrantes de la comunidad teatral lamentaron su partida, y reconocieron la importante labor de Anita para consolidar junto a su esposo Paco Rabell (1934- 2020), el primer teatro independiente de la ciudad, en 1980.

Foto: Archivo | Diario de Querétaro

Los familiares realizaron la misa de cuerpo presente en la Parroquia de Santiago. Los novenarios fueron de manera privada, aunque la familia invitó a amigos y colegas a acompañarlos en el último día del novenario, que será el 25 de agosto. Sus hijos y nietos planean develar un busto de Anita para colocarlo junto al de su esposo Paco Rabell, así como reunir las cenizas de ambos fundadores.

A lo largo de 40 años, Anita y su familia impulsaron un repertorio teatral de más de 80 montajes de géneros variados, principalmente teatro clásico español, zarzuelas, comedias y su tradicional pastorela.

“Nací para eso, me encanta el teatro y me encanta que toda mi familia se dedique al teatro y que en todas las generaciones haya por lo menos un actor”, compartió la actriz sobre su vocación en una entrevista con Benjamín Bernal, periodista y colaborador del El Sol de México, que aún puede verse en la cuenta oficial de Youtube del autor.

En entrevista, su nieta Flavia Rabell, integrante también de la compañía que hoy es dirigida por Diego Rabell, recordó visiblemente conmovida a Anita como “una gran madre, una maravillosa abuela”, una mujer de la que aprendieron a ser preservantes.

  • ¿Qué representa Anita para ustedes como familia y también como compañía de teatro?

Era el motor que nos quedaba funcionando, mi abuela era incansable, siempre la veías desde cociendo un vestuario hasta repartiendo volantes; había una broma que solía decir la gente sobre mi abuela, decían que cuando iba a misa, en lugar de decir “la paz sea con usted” decía: “visite el Corral de Comedias”. Mucha gente nos conoció porque la veía a ella repartiendo propaganda del Corral en hoteles, plazas… ella fue parte fundamental para levantar todo esto. Era necia, perseverante, una gran madre, una maravillosa abuela. Siempre cuidaba a todos, no solo a la familia de sangre, sino también a la familia de teatro, siempre detrás de todos con suéteres, bufandas, sandwiches, botellas de agua…

  • ¿Cuáles fueron algunas de las obras o personajes más destacados de Anita como actriz?

Yo creo que su obra más significativa fue Los Habladores, una pieza de teatro clásico, ella era una habladora, en la vida real y en ese personaje. Hizo de todo, teatro clásico, pastorelas, musicales, siempre estaba al pie del cañón, siempre que podía actuaba. Recientemente ya tenía seis años que no se subía al escenario pero siempre estaba ahí, en primera fila, siempre aplaudiéndonos, apoyándonos. En La Pastorela hacía de Antonia, la pastora de la gula y que ahora tengo el honor de interpretar; también fue la pastora Celia, en El hombre de la Mancha era la esposa del posadero y mucha gente la recuerda por ese personaje. Yo crecí acompañando a mi abuela en el escenario, yo entraba al escenario de su mano, desde que tenía 3 o 4 años, y ya con personaje a los 12 años.

  • ¿Cuál dirías que es la principal enseñanza que les dejó Anita?

La perseverancia, el amor incondicional y la fuerza. Fue una mujer muy fuerte hasta sus últimos días, el amor por su esposo, por su casa, por sus hijos, por su estado y por su teatro. La perseverancia porque sin la perseverancia no se logra nada, hay que ser muy constante, si te dicen que no, buscas por otro lado, eso tenía ella, ese amor por las tablas, por este maravilloso oficio que nos ha dejado.