Como ya estaba pronosticado, la transición hacia el año nuevo 2021 se vería profundamente afectada por la famosa, siempre esperada y tan temida, cuesta de enero con la abismal diferencia, en comparación con otros años, que ha provocado la pandemia. En lo que va del transcurso del presente año, el calendario de Querétaro, al igual que en otros estados de la república, registró un reingreso al semáforo rojo, permaneciendo durante un largo y sofocante periodo de 30 días.
El alza en los contagios de Covid-19, que se vieron potenciados por el invierno y los tradicionales festejos y reuniones familiares, nos dejó varados en el tan condicionado “Escenario C”. Ante el cual las autoridades y el sector salud no bajan la guardia para contrarrestar los efectos de la pandemia y fortalecer la conciencia social de que la crisis humanitaria está lejos de solucionarse, aun cuando ya existen diversas vacunas que la humanidad está usando para su aplicación de forma masiva.
La estrategia de prolongar el semáforo rojo, la cual también es responsabilidad de cada ciudadano, finalmente ha logrado disminuir los contagios permitiéndonos avanzar hacia un “Escenario B” vestido en tonos naranjas.
En el mejor de los casos, espero que este cambio sea por y para una evolución positiva y no sólo debido a la presión del sector social y comercial para recuperar lo que las instituciones bancarias llaman “salud financiera”, para evitar así sucumbir a la bancarrota, como el caso de la controversial caída en picada de la industria cinematográfica, con el cierre temporal de diferentes complejos a lo largo y ancho de la república, noticia que ha sido tendencia en redes sociales, causando reacciones positivas y negativas en cuanto a la experiencia del cine.
Ojalá el teatro también tuviera esa influencia en la sociedad, sobre todo ahora que en Querétaro, a partir del pasado lunes 15 de febrero, se reactivaron los espacios escénicos y culturales. La reestructuración del sector cultural todavía se siente lejana en el horizonte por diversos factores, como lo es la escasa asistencia del público quien, con o sin pandemia, tiene muy descuidada su “salud cultural” lo cual también puede evidenciarse por su participación en los eventos virtuales.
Ciertos sectores de la sociedad se abrazan al factor milagro confiando en la prometedora revolución farmacéutica y su oferta de vacunas, cuando en realidad es un proceso largo que está en riesgo de volver a ser incontrolable por las nuevas cepas. Depende de todos buscar la salud financiera, cultural, social y humana para evitar la restricción y la cancelación de actividades y eventos presenciales.
Estas cancelaciones han afectado negativamente a muchos. Un ejemplo es el ya tradicional intercambio entre El Rinoceronte Enamorado de San Luis Potosí y Atabal Creación Artística AC de Querétaro. Ellos tendrían que haber venido con la obra estrictamente presencial Ella, en octubre del año pasado para su participación en la Cruzada Central por el Teatro, la cual tuvo que realizarse, extraordinariamente, de manera virtual; mientras que las funciones de Yo soy Bruno, a presentarse el fin de semana pasado del 12 al 14 de febrero en su programa “Las invitadas del Rino” tuvieron que posponerse hasta nuevo aviso, sin certeza de una próxima reprogramación.
Mi situación económica, como la de mis compañeros, continúa viéndose afectada. Sin embargo, el ánimo no decae, diversas convocatorias federales, estatales, tanto para la comunidad en general como la artística ya se encuentran abiertas para acceder a apoyos a través de distintas instituciones culturales.
Programas de apoyos
A nivel nacional aún está vigente el Programa de Apoyo a Grupos Artísticos y Profesionales de Artes Escénicas “México en Escena”, uno de los más importantes para la comunidad artística, ya que está enfocado a que las agrupaciones puedan dirigir su quehacer en la calidad, la continuidad y la autonomía artística y administrativa, a través de un proyecto bi o trianual, según las categorías, en relación con los aspirantes que hayan o no resultado beneficiados anteriormente; también hay subcategorías que corresponden a grupos con o sin foro y a los años de trayectoria ininterrumpida.
Querétaro no se queda atrás y busca fortalecer a la comunidad con diversos apoyos y programas. A nivel estatal, la Secretaria de Desarrollo Sustentable convoca a quienes tengan espacios teatrales con la licencia correspondiente y vigente y que también estén registrados en la Secretaría de Cultura del Poder Ejecutivo, para ser candidatos a obtener los apoyos por las afectaciones de la contingencia sanitaria, imposibilitándolos a solventar los gastos que representan la renta y el mantenimiento, obligando a muchos al cierre parcial o total.
Mientras que la Secretaria de Cultura del Estado ha accionado, a través de una nueva edición del Apoyo a la Producción, Apoyarte 2021, la cual, de manera extraordinaria, tiene la opción de poder destinar parte del monto solicitado al rubro de honorarios, siendo de esta manera más benevolente y congruente con los tiempos críticos que atraviesa la humanidad.
Nuevas posibilidades
Por otro lado, la Secretaría de Desarrollo Humano y Social del Municipio de Querétaro nuevamente ha inyectado vida al Programa de Ocupación Temporal durante dos meses. Hombres y mujeres seleccionados, según sus habilidades y/o actividades profesionales para colaborar en acciones productivas, a cambio de un apoyo económico para quienes se hayan visto afectados en sus ingresos.
En mi caso, tengo la fortuna de haber sido seleccionado para trabajar en un proyecto de lectura teatralizada dirigido para toda la familia, el cual se encuentra en pleno desarrollo. Con una propuesta enfocada en juegos y elementos escénicos para evocar la magia del teatro a través de la virtualidad, nos demostramos a nosotros mismos que nuestros recursos creativos no se han visto mermados por el distanciamiento, al contrario, se han contenido e impulsado como en una olla de presión para darle vida a El ladrón de la música, de Maribel Carrasco, dramaturga a quien agradecemos infinitamente.
Bajo el entendido de que se trata de un apoyo, nos hemos dado la oportunidad de extender nuestras redes y de alimentar el sentido de comunidad artística, creando una alianza que va más allá de cumplir con un proyecto a corto plazo, al contrario, buscamos que nuestras acciones no se detengan y que nuestro presente sea detonante y material de exploración, un punto de partida temporal para la creación de un espectáculo de calidad y presencial, que en el futuro represente trabajo, ingresos y vida.