“El problema del agua en Querétaro es muy preocupante, es algo que nos conmueve muchísimo”, compartió en rueda de prensa, Alejandro Uribe; un artista queretano que a la par del ingeniero ambiental, Gerardo Muñoz, ha trasladado este tema al campo de la plástica.
Su colección titulada “El río y la montaña. Cartografía visual sobre el Río Querétaro”, en el que reúne estas primeras exploraciones, será inaugurada en el Museo de Arte Contemporáneo (MACQ) el próximo 29 de agosto, a las 20:00 horas, junto con otras muestras artísticas que discurren acerca de la ecología, el cuidado del medio ambiente, y las posibilidades estéticas del arte como generador de conciencia.
Estas otras exposiciones son “Estaciones”, de Javier Hinojosa;“Interación 47”, de Quirarte + Ornelas, y “Sobre lo natural. Poéticas de la transformación”, una exposición colectiva impulsada por el Taller 30, conformado por los artistas Marcela Armas, Daniela Edburg, Gilberto Esparza, Arthur Henry Fork, Diego Liedo, Taiyo Miyake, Iván Puig y Leslie San Vicente.
De acuerdo con el director de esta institución, Papús Von Saenger, esta nueva temporada de exposiciones es el resultado del esfuerzo del MACQ por reunir, promover y difundir el trabajo interdisciplinario, así como la colaboración entre artistas, científicos y asociaciones civiles en temas de relevancia social.
“En el arte son muy importantes los proyectos colaborativos, (…) los artistas son un poco como investigadores, y están trabajando con científicos, con gente de asociaciones civiles, (...) es importante esta colaboración para precisamente tocar este tema que creo que es de los más importantes en nuestra generación: la crisis medioambiental”, aseveró.
A través de estas exposiciones, el público podrá explorar temas sobre la contaminación, el status de las áreas protegidas y la situación de los ríos en urbes como Querétaro.
“Hay un momento en el que su aroma (río Querétaro) no es sólo insoportable, verlo causa una tristeza terrible porque los seres humanos somos agua y de esa manera nos estamos tratando a nosotros mismos; de ahí salió la inquietud de hacer una revisión histórica sobre cómo se ha representado el río en los mapas, desde 1620 hasta el 2019, en fuentes como Google Maps; (…) Junto con Gerardo Muñoz, que es maestro en ingeniería ambiental, llevamos al laboratorio algunas muestras recogidas de la contaminación de este río e hicimos cultivos bacteriológicos con la intención de ver esa belleza terrible que se esconde ahí, en esa dejadez histórica”, detalló Uribe sobre su muestra.
Además de documentos antiguos extraídos de los archivos del Museo Regional de Querétaro, se incluirá un mapa sonoro que abarca 4.3 kilómetros comprendidos entre las avenidas Bernardo Quintana y Tecnológico, así como un cortometraje documental en el que se integran varios testimonios de gente que vive en las inmediaciones de este torrente, y “que lo conoció en aquellos tiempos cuando todavía se podían bañar en él y comer de sus frutos”.
Sobre esta problemática, el artista Gilberto Esparza también compartió que en su exposición exhibirá un instrumento capaz de traducir la contaminación del agua en sonido.
“Llevamos más de cuatro años desarrollándolo, lo que hace es traducir esta contaminación y toda la actividad biológica que está sucediendo con los microorganismos en el agua, al sonido; entonces es como darle voz al río, cada río tiene su propio sonido. Para contextualizarlo aquí, utilizamos agua del río Querétaro y en la inauguración vamos a poder escuchar como suena nuestro río actualmente, y todas esos sonidos que se generan a raíz de los contaminantes que están presentes en el agua. Es un dispositivo de concientización”, apuntó.