Louis Wain, un artista inglés que pasó a la historia no solo por ser un excelente pintor sino también es un ejemplo claro para mostrar como la esquizofrenia cambia a las personas, enfermedad mental que quedó plasmada pictóricamente en el desarrollo de sus últimos cuadros.
Desde joven le apasionaba dibujar pero fue cuando su esposa cayó enferma por el cáncer que comenzó a ilustrar aquello que lo caracterizaría, gatos.
Wain dibujaba a estos felinos adoptando actitudes y actividades propias de los seres humanos, todo con el propósito de animar a su esposa en sus últimos años de vida, todo con un carácter gracioso.
Ya con problemas económicos, la situación se complicó aún más cuando Wain empezó a mostrar síntomas de patología mental que lo llevaron a ingresar a un hospital donde pasaría los últimos 15 años de su vida.
Estando en el hospital Louis había cambiado pero no solo él sino también sus obras, las dataciones de sus cuadros que se realizaron años después de su muerte muestran un claro patrón en sus pinturas, que van desde el arte figurativo en el que aparecen animales actuando como personas hasta combinaciones de líneas y colores muy abstractas y que a duras penas recuerdan a algo que exista en nuestro plano de la realidad, en estos cuadros aparecen formas caleidoscópicas, una amplísima variedad de colores y motivos fractales o simétricos, parecen pinturas provenientes de otro planeta, o basadas en el folklore mitológico de alguna cultura asiática.
Fuente: psicologiaymente