Onésimo Ávila, originario de Tulancingo, vivió lo que nunca pensó: ser un artista reconocido a nivel internacional, formar parte de la United Nations Arts & Sciences (UNOTA), relacionada con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) e incluso, ser ganador del Bienal de Arte Contemporáneo en Italia en el 2021 y en Colombia 2022.
Una experiencia que definitivamente le cambió la vida comenzó con la herencia familiar: la herrería, pues el abuelo de Onésimo comenzó con el oficio que compartió de generación en generación sin embargo, él se dedicó a este oficio al terminar la preparatoria.
Pese a ello, relata que siempre, a su manera, estuvo inmerso en el arte pues dibujaba su entorno en el material que se atravesara en su camino.
“Desde niño agarraba un cachito de carbón (...) Con un clavito le daba forma al carbón, un cachito de alambre y le daba, según yo, forma y jugaba, jugaba a crear. También se me dio mucho el dibujo”, relata Onésimo.
Sin embargo, fue por un favor personal que Onésimo se animó a hacer su primera escultura en hierro para un amigo: una mano con un teclado. Este fue el indicio que dio las pautas a lo que sería hoy su vida artística, ya que comenzó a hacer esculturas por encargo como la que realizó para Robert (Bob) Athenour, principal impulsor de la hermandad de Pleasanton-Tulancingo.
Posteriormente le siguió la escultura que cambió su vida: un toro de hierro hecho por encargo personal, pero de medidas y peso reales. Por su imponencia, su sobrina compartió una foto de la obra y el artista en redes sociales y grupos de escultura.
“Cuando lo manda empiezan a mandarme ´oiga maestro, felicidades´ de aquí, de Turquía, de Alemania”, relató.
Entre los mensajes de felicitación, llegó una invitación para participar en la Bienal de Arte Contemporáneo en Italia en el 2021 y dudando, aceptó.
“Son 180 artistas de todo el mundo, había de Alemania, de Francia, de Inglaterra (...) De México, en escultura, nada más iba yo”, comentó.
Parte de lo que ayudó a Onésimo a ganar el primer lugar en la categoría de escultura fue su técnica única: sin moldes, únicamente hierro al rojo vivo que va formando a golpes.
Ávila agradeció el apoyo y humanidad de el maestro italiano principal organizador de la Bienal de Salerno Italia, Giuseppe Gorga, Olga Marciano y Francesco Chinnici, pues un año después concursó en la Bienal de Arte Contemporáneo en Colombia, donde también resultó galardonado con el primer lugar en escultura surrealista.
“Uno de los miembros, el primero que me escribió es colombiano, se llama Jorge Enrique Londoño fue el primero que me escribió y pues me invitan igual (...) Aquí éramos más de 500 artistas internacionales, locales había como 400”, relató.
Posterior a esta participación, fue integrado a la United Nations Arts & Sciences (UNOTA), relacionada con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) aunque para Onésimo, no hay mejor recompensa que el cariño del público.
“Nunca estudié arte, debo confesarlo (...) El mejor reconocimiento que puedo tener es el cariño de la gente”, dijo Ávila.
Este año, Onesimo Ávila volverá a participar en la Quinta Biennale de Arte Contemporáneo en Salerno Italia 2023 con la obra “Manos Auxilium” (la mano que ayuda), utilizada para conmemorar los 30 años de la creación de la CDHEH.
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Su obra “El Tolteca”, creada para demostrar la grandeza del municipio y sus raíces, se exhibió en el Museo del Ferrocarril y ahora, permanece al interior del inmueble cultural.
Publicado originalmente en El Sol de Tulancingo