Un mexicano oriental: Lienzos y litografías unen a México y Japón

Claudio Castillero exhibe y reinterpreta las culturas maya y azteca, retratando personajes típicamente japoneses y prehispánicos que comparten brindis en señal de amistad

Israel Romero | El Sol de México

  · sábado 2 de marzo de 2019

Foto: Israel Romero | El Sol de México

El primer país asiático con el que México entabló relaciones diplomáticas fue Japón en 1888, con la firma del Tratado de Amistad, Comercio y Navegación. A 130 años del inicio de aquel acuerdo, nace un proyecto especial para celebrar años de amistad entre México y JapónCon la muestra Sueños México–Japón, que se presenta en el Museo Nacional de las Culturas, el artista mexicano Claudio Castillero exhibe y reinterpreta las culturas maya y azteca, retratando en litografías y óleos personajes típicamente japoneses y prehispánicos que comparten brindis en señal de amistad presentando su acercamiento al arte oriental influenciado por la técnica japonesa del Ukiyo-e.

Foto: Cortesía

¿Quién es Claudio Castillero?

Soy pintor y artista mexicano que origina creaciones artísticas siguiendo las directrices de mi vida: lo que hago y creo sean cosas alegres, felices y que fluyan con facilidad. Soy tercera generación de una familia de pintores, mi abuela materna y mi madre pintaban y tanto su actividad diaria como la bella labor de enseñarme la pintura, me han ayudado a convertirme en el artista visual que soy ahora.

Desde niño, Claudio supo que sería artista, creció en un ambiente siempre en contacto con las artes, además, la Ciudad de México, un paraíso visual lleno de color, texturas y una tradición combinada que va más allá de las culturas prehispánicas, fue un factor muy importante en su vida. Su camino profesional lo llevó a estudiar Comunicación visual, más tarde tuvo la oportunidad de ser aprendiz de maestros de las artes mexicanas como Marco Aulio Prado, Leo Acosta Falcón y Alejandro Alvarado. En 2012 fue profesor de diseño y artes en Surabaya, Indonesia, lo que fue uno de sus primeros acercamientos al mundo oriental. Para 2016 trabajó como profesional en Shangai, China. Al llegar 2017 se muda a Tokio para explorar el estilo Ukiyo-e, donde crea la serie “La estrella del éxito”, la cual lo entusiasma para regresar a México y plasmar sus inspiraciones basadas en sus raíces y sus viajes.

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¿Cuáles son sus influencias?

Yo soy un conjunto de muchas cosas que he vivido, experimentado, soñado y también de todos los que han sido mis maestros o personas que yo admiro. Para empezar los autores que yo he admirado desde siempre son dos: Tamara de Lempicka, por su sensualidad y exquisitez en sus obras, y Julio Galán, de quien cada uno de sus cuadros son narraciones de una escena y es lo que yo hago ahora en mis obras. Así mismo el fallecido autor Edwin Daniel Gutiérrez con su influencia del pop naif siniestro mexicano. Y hay una autora japonesa que conozco desde hace 2 años, que se llama Miho Takakura y su marca de autor Nunoitoasobi, a quien yo conozco en persona y de que soy gran admirador y amigo. También artistas que no conozco personalmente, como Takashi Murakami y Yayoi Kusama, quienes han trabajado por décadas y dice ésta última que ella va a pintar hasta el último día de su vida. A la vez, he sido influenciado por las culturas que he vivido: mi amada y riquísima cultura mexicana para empezar con sus tradiciones, colores y gastronomía. De cada lugar he tomado consciente e inconscientemente ideas, visiones que he plasmado en mi obra.

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¿Qué lo llevó a la cultura oriental?

Desde joven siempre tuve la inquietud de conocer el mundo, pero no sólo como turista, sino ir a países lejanos y vivirlos. Y esa oportunidad se presentó cuando una universidad asiática que se llama Raffles Design Institute estaba buscando maestros internacionales de nivel licenciatura y me postulé. Me ofrecieron irme a Indonesia y yo acepté estando ahí por 2 años. De ahí me trasladaron al campus de Shangai China donde estuve 3 años. Posteriormente me di cuenta que si aspiraba a algo grande como artista y creador necesitaría concentrarme de tiempo completo a ser “Artista de 24 horas”. Así que deje la docencia que ya había ejercido por 10 años (en México también antes de irme a Asia) y decidí dejar todo para irme a estudiar el arte tradicional japonés por mi cuenta a Tokio.

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¿Cómo define su horizonte artístico y cómo define sus obras?

Aunque mis temas son variados por la influencia de las distintas culturas donde he vivido, el eje principal de mi obra es la figura masculina, la cual utilizo para plasmar mis ideas combinando lo que me encuentro en mi vida diaria, con mi imaginación y mis sentimientos.Yo considero que mi obra es muy particular por que tengo series inspiradas en China, Japón e Indonesia, aunque últimamente lo que he generado entra en los “neomexicanismos”. Puedo ponerle la etiqueta de “Arte de los hombres robustos gorditos y felices de México y el mundo de Claudio Castillero”, ya que casi todos mis modelos son hombres y además de este tipo de físico. Así mismo mucha gente que ha visto mi obra me dice que es colorida y de colores vibrantes y yo considero que eso es un reflejo de nuestra cultura mexicana que es una explosión de colores. Además tienen un toque alegre, divertido y también hay mucha sensualidad.

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¿Cuáles son los momentos de inspiración para crear arte?

Desde niño he sido muy imaginativo y de muchos sentimientos. Todo lo que voy viviendo pasa en mi cabeza como una película y lo que se convierte en cuadro son esas escenas que vale la pena ver una y otra vez y compartirlas con los demás. Por ejemplo, hay un cuadro mío de la serie “Hombres mexicanos” que se llama Los Ángeles de los molcajetes cuyo modelo es un amigo, llamado Ángel, a quien vi haciendo salsa en molcajete y de ahí se me ocurrió una composición antigravedad donde es el mismo personaje dos veces y uno lleva un molcajete, además de que van volando trozos de sandía, el celular, un gato (que es la mascota del modelo) y unos Cazares.

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¿Cuáles son las similitudes entre la cultura japonesa y la mexicana?

La primera es que somos humanos y todos los humanos tienen sentimientos y eso es lo que se plasma en el arte. Así mismo, aunque con factores y circunstancias muy distintas, las historias ancestrales de ambos países han sido muy complejas y curiosas, pero a pesar de todo conservan sus tradiciones y raíces. Además hay similitudes muy llamativas: los instrumentos de percusión y la flauta, los juguetes de madera para niños, el gusto por preparar y degustar la comida… La amabilidad de ambas culturas, aunque Japón es aún mucho más. Cierto ritual y concepción respecto a la muerte y el más allá, que en otras culturas ni siquiera es posible mencionar. En Japón también piensan que en la luna hay un conejo como lo hacemos los mexicanos, sólo que su conejo está haciendo mochi. Y que somos culturas ritualísticas: para muchas cosas hacemos una serie de pasos que prácticamente son innecesarios pero que son esenciales para concebir y llevar acabo nuestro día a día".

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¿Cuáles son los planes a futuro?

Acaba mi exhibición Sueños México Japón, óleos y litografías de Claudio Castillero, en el Museo Nacional de las Culturas del Mundo, que acogió mi muestra de 50 piezas en cooperación con la Fundación Japón y la Embajada de Japón en México, tres instituciones con las cuales estoy altamente agradecido, y que duró del 13 de diciembre de 2018 al 3 de marzo de 2019".Ahora, Amado Jonathan de la Alcaldía de Álvaro Obregón me ha invitado a exponer en conjunto con Erik Rivera en el teatro del Centro Cultural San Ángel, del jueves 14 de marzo al 24 de marzo.

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Proyectos

A manera de autorretratos, parte de su travesía por Japón la plasma en la serie Los sueños del hotel cápsula, donde muestra algunos de los sueños que tuvo mientras dormía en hoteles cápsula y representa su visión ante la vida japonesa. Sobre la serie ¿Qué es el éxito?, iniciada en Tokio, Japón y continuada en México, expuso el concepto del éxito en las sociedades actuales y que sus integrantes buscan imitar o copiar.

En Japón me empecé a cuestionar muchas cosas como artista, entre ellas qué es el éxito y cómo conseguirlo.

Por último, Hombres mexicanos, serie que enfatiza y representa a hombres contemporáneos mexicanos combinados con el imaginario azteca-prehispánico con su particular visión.

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