Barroco para recordar
“Mi vida ha sido juntar recuerdos y más recuerdos”, dice Paco Rabell, primer actor y maestro de varias generaciones de artistas que, con el tiempo, ha convertido las paredes del Corral de Comedias en un álbum familiar.
Sobre los muros figuran cientos de recortes de periódicos y fotografías que ilustran los momentos más importantes de esta compañía, como cuando realizaron una gira de presentaciones por Europa.
“De Querétaro al viejo continente. Teatro mexicano de exportación. Teatro de tan local, infinitamente universal”, se lee en una de las notas que este periódico publicó en sus páginas, cuando la compañía visitó España y el archipiélago de las Canarias.
Orgulloso de la trayectoria artística del Corral, el fundador de esta compañía nacida en 1980, celebra el aniversario de BARROCO, aseverando que el suplemento ha servido de ventana para que otras generaciones puedan asomarse a su historia.
“Recuerdo que cuando nos dieron una serie de premios en Tamaulipas como ‘Mejor grupo Teatral’, ‘Mejor director’, ‘Mejor actriz’, ‘Mejor actor’… ¡Ocho en total!, lo primero que hicimos fue visitar a DIARIO DE QUERÉTARO, y ahí –dice señalando un muro– aparecemos rodeando a la entrevistadora con todos nuestros trofeos (...) Fue en el Festival Nacional de Teatro, y ese día todo el auditorio acabó coreando el nombre de Querétaro, fue histórico (...) Así que eso no podía quedarse archivado en un libro, por eso decidí ponerlo todo aquí, para que cuando la gente viniera, pudiera leer sus páginas sobre la pared, y así conocer el pasado de nuestra compañía”.
Mi experiencia en Barroco
Siempre admiré el colorido, diseño y elegancia del suplemento cultural más importante de Querétaro: BARROCO, serio y dominguero en el entrañable DIARIO DE QUERÉTARO. Pero fue hasta febrero de 2013 que Mario León Leyva y Margarita Ladrón de Guevara me invitaron gentilmente a colaborar cada vez que se requiriera, sobre todo en temas de mi injerencia como son La Constitución de 1917, el Sitio de Querétaro de 1867 y la Fundación de Querétaro en el siglo XVI.
En mi egoteca conservo esos ejemplares que espero no sean los últimos. Larga vida Barroco Cultural.
Andrés Garrido del Toral. Cronista de Querétaro.
Un suplemento necesario
A través de los años, la vida cultural de nuestro estado ha demandado de la presencia activa, plural y heterogénea de espacios de difusión y participación cultural. Ante la disyuntiva gubernamental que condena a la cultura a un mero espectáculo perpetuo, o a la efímera efeméride que recurre a la nostalgia o a la exaltación del pasado, dichos espacios problematizan y proponen nuevos ámbitos de dinamización de la vida cultural contemporánea.
Ese espacio lo ocupa el suplemento cultural Barroco, desde hace ya quince años. Pocos medios nacionales entienden la pertinencia de los suplementos culturales; son casi nulos a nivel local. La mayoría prefiere utilizar sus espacios para rubros más redituables, prescindiendo arbitrariamente de la cultura para optar por la frivolidad o la inserción de notas genéricas de agencias.
A quince años, además de su presencia, es necesario que BARROCO se consolide, que crezca, que sus cambios en el diseño sean un paso hacia la integración de un proyecto más ambicioso, no solo porque lo merece, sino porque la sociedad queretana lo demanda.
¡Larga vida al suplemento cultural Barroco!
Carlos Campos.
Artilugio
En los tiempos violentos que hoy vivimos, se nos ofrece una propuesta de consumo de información inmediata; donde la imagen agregada a las diversas plataformas en las redes virtuales nos dirige a la creación de otras realidades. Perdura el suplemento cultural “Barroco del Diario de Querétaro” -aunque cada vez más comprimido-, conserva su característico olor de papel y la tinta. Desde el 2003 apareció el primer número con aquel Santiago, creado por el artista queretano Gerardo Esquivel.
La publicación se ha convertido en una plataforma para las distintas vertientes de la cultura en nuestra región. En setecientos setenta y dos números se puede reconstruir una historiografía del quehacer desde las múltiples manifestaciones de las artes, las ciencias como en la Filosofía y la Literatura. Es una ventana, un Aleph, para percibir al mundo y decodificar las claves de la sociedad.
El Barroco es un instrumento de la Gestión Cultural y marca el devenir de lo que somos o queremos ser, de aspiraciones por la construcción de una Cultura de Paz, es un escaparate de creadores, ¡En fin es un diálogo interminable! Más allá de trivializar los hechos que nos ofrecen las pantallas, la filtración de ideologías y de conductas aspiracionales; el suplemento cultural es una alternativa para redescubrir la magia de las líneas compuestas por los signos que forman palabras, sonidos, percepciones y nos trasladan afectos, emociones, propuestas críticas.
¡Larga vida al Suplemento Cultural BARROCO!
¡Felicidades por el XV Aniversario!
Edgardo Moreno Pérez. Historiador.
Pluma crítica
El director de teatro, Uriel Bravo, encuentra como una de las finalidades de un suplemento cultural ir más allá de la anécdota para abarcar el sentido crítico, que define como “muy importante para nuestro crecimiento”.
“Mis colaboraciones en Barroco siempre fueron en ese sentido; colaborar haciendo crítica y promoviendo espectáculos, buscando público sobre todo que es lo que nos importa.
Mi idea de un suplemento, además del sentido de actualidad, también tiene que ver con la memoria porque creo que es importante para documentar un hecho tan fugaz como el teatro y las artes escénicas en general”, dice y refiere que estas representaciones, a diferencia de la literatura y la pintura, no quedan plasmadas.
“Me parece que es un espacio que debe seguir teniendo influencia y la tiene, creo que es el único espacio evidentemente cultural que tenemos en Querétaro”, dice.
Una de las colaboraciones más memorables para él fue la titulada: “Los esquiroles del teatro”, donde hacía una crítica sobre la gente de teatro que pretende apreciar este arte sin tener que pagar por él; “ese artículo me creó muchos problemas pero también simpatía de algunos compañeros que reconocían que debemos cobrar por nuestro trabajo”.
Coleccionista
“Yo le tengo un cariño muy especial al Barroco porque durante todos estos años nos ha apoyado y es de los pocos espacios profesionales de periodismo cultural”, asegura Gabriel Horner, director del Museo de la Ciudad, y confiesa que conserva varias ediciones del Barroco.
“Una vez hicimos un homenaje para conmemorar los 50 años de la novela francesa y nos dieron una cobertura especial; ese lo guardo con mucho cariño, también los de cada aniversario del Museo”.
Finalmente tras un “¡felicidades!”, reconoce la persistencia de este espacio como un récord; “15 años de un suplemento cultural, que creo que son muy frágiles, de por sí las versiones impresas están desapareciendo y los suplementos es lo primero que quitan, entonces ¡muchos años para el Barroco!”, vaticina.
Un promotor un cultural
Para la directora de Sótano Teatro, Verónica Carranco, los suplementos culturales son promotores del arte y de la vida, a través de los cuales se pasa la estafeta de la historia de una ciudad, de un pueblo y de un país, “y no solo lo digo como productora de teatro, sino también como lectora de a pie”.
Cuando se inquiere a la también actriz sobre el significado de BARROCO para la comunidad artística, sonríe y de inmediato menciona uno de los más recientes reportajes que se publicaron a través de este suplemento, sobre el actor queretano Franco Vega, tras más de cuatro décadas de su actividad teatral: “La importancia de llamarse Franco”.
“Qué bonito que haya gente con la visión tan clara como la luz del día para perpetuar esta información (...) que se pueda acudir a esos reportajes que están guardados a perpetuidad, pero para que eso suceda, debe haber un ejército de personas recabando toda esa riqueza, para mí es oro. Y no puedo sin más sentir gratitud por la comunidad artística y que haya espacios como este que permite a las nuevos artistas saber que no vienen a descubrir nada, sino que a transformar lo que ya se había hecho con sus nuevas visiones”, agregó.
Marcó pauta
Para el actor y director de Cien Teatro, Manuel Naredo, el nacimiento de este suplemento significó, para la comunidad cultural, la apertura de una nueva ventana hacia las expresiones artísticas de Querétaro.
“Aunque ya existían varios ejemplos de secciones culturales dedicadas principalmente a la difusión de la obra de poetas queretanos, fue hasta la creación de BARROCO que se contó con la posibilidad de ampliar las discusiones sobre arte y cultura, y de llevar a todos los artistas hasta las páginas de los periódicos (...) Barroco sin duda marcó la pauta y fue el ejemplo más exitoso de la difusión cultural. Desde sus inicios y hasta ahora ha sido y sigue siendo un espacio importante para los creadores artísticos queretanos, tanto para dar a conocer su obra, para reflexionar acerca de ella o bien, para debatir”, aseveró el director y colaborador de este periódico, quién además confesó, aún guarda con mucho aprecio una nota que se publicó en este espacio, de cuando concluyó su gestión como titular del entonces Instituto de Cultura del Estado de Querétaro.
Lustros y décadas
Desde el surgimiento del suplemento Barroco hace tres lustros, la información puntual y objetiva de la vida cultural de Querétaro es objeto de una mejor visión en los medios de comunicación.
Con mucha alegría vemos que la perseverancia, primero de un medio como es el DIARIO DE QUERÉTARO, y luego de quienes hacen posible el BARROCO, se mantenga con tanto empeño gracias a la búsqueda de información, a su expresión en un medio como este y a una observación de quienes ahí están.
Para el Museo de Arte Sacro de la Diócesis de Querétaro y un servidor, representa una plataforma de lo más valioso para llegar a todo aquel que busca estar al día del quehacer cultural de la entidad, de la interpretación que conocedores manifiestan con la libre expresión e imparcialidad que debe ser obligada en todo medio.
Felicidades a quienes hacen posible este suplemento semanal y que sigan muchos, muchos más lustros y décadas.
José Niembro Calzada.