Hace 16 meses que la biblioteca pública estatal “Francisco Cervantes Vidal”, ubicada en el Centro Cultural y Educativo de Querétaro “Manuel Gómez Morín” (CECECQ), no abre sus puertas. Y aunque sus pasillos lucen más silenciosos que de costumbre, desde que los usuarios dejaron de asistir por la pandemia de Covid-19, los encargados han trabajado arduamente por migrar sus funciones hacia un sistema híbrido.
De los 90 mil libros que conforman su acervo actualmente, 32 mil ya han sido registrados en la plataforma KOHA; un sistema de gestión de bibliotecas que permitirá que las y los lectores puedan consultar el catálogo desde una app (aplicación de software) y hacer sus apartados de libros.
Una vez hecha la selección, los usuarios solo tendrán que ir a la biblioteca a recoger los títulos; acción que quedará registrada en su historial.
La directora de la biblioteca, María Cristina Morales detalló en entrevista que la misma aplicación avisará cuando se deban entregar los libros ,y si la fecha de préstamo ha expirado, los avisos continuarán hasta que el usuario haga la respectiva entrega.
“Se trata de un sistema mucho más moderno y ágil para que el usuario, desde una app, pueda entrar a nuestro catálogo, ver lo que tenemos y hacer apartados de libros. Una vez hecho esto, solo tendrá que venir aquí para recogerlos y tenerlos en casa durante diez días; incluso podrán hacer una petición de renovación a través de la misma app. Esa es la idea de modernizar a la biblioteca más importante del estado”, aseveró la directora y agregó que esta renovación posibilitará también los préstamos interbibliotecarios.
Aunque este proceso de hibridación inició en pandemia, la bibliotecaria compartió que desde 2019 ya habían contemplado cerrar las puertas de la biblioteca para cumplir con tres fases de renovación, que incluyen el cambio al sistema KOHA.
La segunda fase tiene que ver con la integración de una colección de 34 mil revistas indexadas y cerca de 30 mil libros– que fueron donados por el Tecnológico de Monterrey–, así como de una colección especial sobre Querétaro, que pretenden sea “única y la más completa del estado”.
Sobre esto último tiene que ver la tercera fase, la cual consiste en el descarte de libros para el acomodo de ambas colecciones.
Hasta el momento, han descartado 3 mil ejemplares que serán trasladados a otras bibliotecas o a la Dirección General de Bibliotecas, según sea el estado físico de cada libro.
Libros en cuarentena
Antes de que la biblioteca suspendiera sus funciones, la directora recuerda que recibían entre 7 y 10 mil visitas mensuales; y aunque actualmente no cuentan con fecha de reapertura, afirma que ya disponen de un protocolo que esperan poner en funciones en el mes de septiembre.
Las nuevas medidas contemplan la reducción del aforo al 30% y el cierre de la estantería al público; es decir, que solo los encargados podrán tomar los libros y facilitarlos para su lectura en una sala asignada.
“Lo que se propone es que una vez que las escuelas regresen a clases, se tenga un sistema a base de citas para que ellos (los estudiantes) vengan y el préstamo solo se haga en sala porque la contaminación del material es un poco alta; para nosotros sería muy riesgoso que la persona lo llevara a casa (…), a su regreso tendríamos que tener cada libro en cuarentena mínima de 7 a 10 días”, detalló.
Aún con el préstamo interno, cada ejemplar será apartado de los otros libros durante la misma cantidad de tiempo, hasta que las condiciones sanitarias por la pandemia sean diferentes.
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