En la historia de los premios Óscar a lo mejor del cine mundial ha habido grandes composiciones musicales originales que, aparte de ganar el premio más importante de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de los Estados Unidos, han sido canciones que han logrado ser grandes éxitos comerciales y han llegado a ocupar importantes lugares en las listas internacionales. Por citar algunas de estas canciones exitosas mencionemos algunas como Born free (La leona de dos mundos), Moon river (Desayuno en Tiffany’s), Raindrops Keep Falling on my Head (Butch Cassidy and the Sundance Kid), For all we know (Amantes y otros extraños), I just called to say I love you (La chica de rojo). La lista de hermosas melodías ganadoras del Óscar es muy larga, en este link¡Billboard!, encontrarán muchas más. Un buen ejercicio sería enlistar y después disponerse a disfrutar un buen playlist para degustar y compartir con familiares y amigos, y así pasar una buena tarde.
¿Qué es lo que ha hecho que aquellas piezas se hayan vuelto clásicas? Sin duda, su belleza, sus mensajes, su enorme calidad tanto en letra como en música. En cambio, el problema actual es que la gran mayoría de las canciones que se escuchan masivamente carecen de calidad, son de úsese y tírese, muchas de ellas son francamente basura, y los mecanismos de reproducción y recepción también se prestan para que las canciones desaparezcan rápidamente.
En las canciones antiguas, digamos de 1930 al año 2000, los sistemas de difusión, recepción y reproducción influyeron en que aquellas piezas sobrevivieran mucho tiempo. En cambio ahora, los sistema de producción, promoción y consumo se enfrentan a condiciones totalmente distintas a las de antes, y muchas piezas, aunque sean de calidad, se pierden entre un mar de canciones intrascendentes y banales. La pregunta es ¿cuáles lograrán rebasar el reto de la barrera del tiempo para seguir escuchándose como algunas de las que hemos citado aquí? Muchas de las canciones antiguas siguen vivas, tan campantes, alegrando y enriqueciendo a sus oyentes. La pregunta vale para el caso de Billie Eilish, la dos veces ganadora del Óscar, ¿seguirán escuchándose sus canciones en los años venideros? Sólo el tiempo dirá si logrará sobrevivir entre tantas canciones que actualmente se producen. La joven cantante y compositora originaria de Los Ángeles, Estados Unidos, ha ganado ya dos premios Óscar a la mejor canción original, el primero por No time to die (Sin tiempo para morir, 2022), tema de la película del mismo nombre, y el segundo por What was I made for? (¿Para qué fui hecha?, 2024), tema de la película Barbie, pero, por ejemplo, de la primera canción no ha quedado huella Y sí, es verdad, se reproducen y se escuchan de otra manera y tienen incluso millones de entradas en las plataformas de las redes sociales, pero también es cierto que, a pesar de ello, muchas creaciones se difuminan y se pierden. No time to die, tema de la película de James Bond del mismo nombre, no ha tenido más relevancia a pesar de los 127 millones de entradas que tiene en YouTube. Las entradas y likes no son garantía de supervivencia en el futuro.
La calidad de Billie Eilish es indiscutible, ha sido reconocida por tirios y troyanos. Señala Wikipedia que “Eilish ha recibido múltiples elogios, incluidos nueve premios Grammy, dos American Music Awards, dos Guinness World Records, tres MTV Video Music Awards, tres Premios Brit, un Premio Globo de Oro y dos Premios Óscar. Es la artista más joven en la historia de los Grammy en ganar las cuatro categorías generales de campo: Mejor artista nuevo, Grabación del año, Canción del año y Álbum del año, en el mismo año. Apareció en la lista inaugural Time 100 Next de la revista Time en 2019 y en Time 100 en 2021.3 Según la Recording Industry Association of America (RIAA) y Billboard, Eilish ocupa el puesto 26 entre los artistas de sencillos digitales con mayor certificación y uno de los artistas más exitosos de la década de 2010. Tiene un historial de activismo político, centrándose en la concienciación sobre el cambio climático y la igualdad de la mujer. Fue honrada como una de las 100 mujeres de la BBC en diciembre de 2022.” Ella es resultado de las nuevas formas de producción, distribución y consumo de la música. Surgió, junto con su hermano a partir de las plataformas digitales, ahí comenzaron a generar sus éxitos hasta colocarse en los grandes circuitos y medios de difusión, hasta convertirse en ganadores de una cauda de premios.
Es en este amplio marco en donde analizamos la última canción ganadora del premio Oscar a la mejor canción 2024. La ganadora fue Billie Eilish con What was I made for? Los hermanos Billie y Finneas hicieron su primera aparición pública en la música con el tema Ocean Eyes. Fue el primer tema con el que saltaron a la fama, y que tiene nada menos que más de 200 millones de reproducciones en la plataforma de YouTube. A ambos se les ubica en la llamada Generación Z, nacieron en plena era de la aparición y desarrollo de las nuevas tecnologías y saben moverse plenamente en las redes sociales. Billie Eilish siendo niña, apoyada en YouTube, aprendió a tocar el piano y la guitarra viendo tutoriales. Su primera canción la compuso a los 7 años y a los 13 había debutado con éxito internacionalmente. El de ellos es el caso de una carrera meteórica. A los 18 años Billie ya tenían en su haber cinco premios Grammy, y había interpretado el tema central de la película de James Bond.
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La melancólica canción ganadora del Óscar 2024 What was I made for? (¿Para qué fui hecha?), es el tema de Barbie, película que ha generado mucha polémica. Es una pieza triste, pero con un dejo de esperanza, si revisamos la letra encontramos datos interesantes que probablemente puedan ubicarse en lo que llaman la Generación Z, de ahí que millones de jóvenes adolescentes se identifiquen con esta canción. “MTV ha etiquetado a la generación como The Founders, basándose en los resultados de una encuesta que realizaron en marzo de 2015. El presidente de MTV, Sean Atkins, comentó: «son conscientes de que los sistemas se han roto, pero no pueden ser la generación que dice que lo romperemos aún más».”