Canto cardenche sobrevive 

El ensamble a cuatro voces Mujeres Cardencheras preserva desde hace más de tres décadas, la música tradicional mexicana

Guillermo González | Colaborador Diario de Querétaro

  · sábado 7 de octubre de 2023

Foto: Cortesía | Guillermo González


El canto cardenche o popularmente también llamado tasajo, es una forma de música polifónica tradicional que se interpreta normalmente con cuatro voces a capela y que tiene como función principal, la de comunicar experiencias e ideas compartidas por la comunidad en la que se origina, así es como se define este tipo de canto en la investigación Hecho a mano. Canto cardenche serrano, de Alma Leticia Montenegro García, realizado a través del Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales (SACPC) y el Fondo Nacional Para la Cultura y las Artes (FONCA).

Esta forma musical resulta sencilla de identificar, pues el único instrumento utilizado es la voz. A través del canto cardenche, las personas comparten anécdotas o experiencias vividas en el día a día, por lo que refleja la identidad de cada una de las comunidades en las que se canta.

De acuerdo con Alma Leticia Montenegro García, quien es una de las exponentes del canto cardenche en Durango, y que realizó la investigación antes mencionada; este tipo de canto se divide en dos vertientes.

La primera de ellas es el llamado tipo religioso, en el que se engloban cantos sobre Navidad, posadas y otras fiestas litúrgicas; y el de tipo de calle en el que se cuentan anécdotas de la vida cotidiana como el trabajo en el campo o las minas, relaciones amorosas, fiestas tradicionales, bebidas alcohólicas, entre otras.

“El canto religioso es un canto muy desgarrador, muy doloroso que se canta en semana santa, aunque hay otras alabanzas hermosísimas para María y al Sagrado Sacramento, otras alabanzas se cantan en Navidad, posadas, también se canta en los difuntos, hay alabanzas que se cantan toda la noche y son larguísimas, de 16 versos que hablan de amor y muerte, esos son para novenarios o cuando se tiene el cuerpo del difunto. Se tiene un repertorio religioso muy impresionante”.

“El de calle es el que cantaban los hombres cuando hacían hogueras, cuidaban su ganado o trabajaban en el campo, ponían su mezcalito y se ponían a cantar, había canciones muy bonitas y otras muy curiosas sobre la mujer, el entorno de los animales, y como estaba relacionado con el alcohol, no era muy bien visto que las mujeres cantaran eso”, señala Montenegro.

Conoció el cardenche a los cinco años

Alma Leticia conoció el canto cardenche desde que era una niña, pues su abuela materna, María Jesús Herrera, lo practicaba, y también lo oía de los vecinos y amigos quienes cantaban a menudo en las diversas fiestas de la comunidad Tepehuanes, Durango, de donde es originaria.

Alma reconoce que desde temprana edad se sintió atraída por este tipo de canto, y desde entonces decidió adentrarse en el cardenche para aprender e interpretar múltiples piezas.

“El canto lo conozco desde que era muy niña, desde que tenía cinco años, oía en mi pueblo a los alabanceros que cantaban el canto religioso, crecí con ese canto que era una experiencia de vida, era parte de la vida del pueblo. Lo escuchaba de mi mamá María, mi mamá Grande, mi abuela materna, ella fue de los primeros contactos que tuve con el canto, mi bisabuelo era también alabancero”.

“Con el canto cardenchero para los difuntos, algunos niños salían corriendo, se iban y yo me quedaba porque tenía mucho valor. Es un canto muy pesado que se canta casi gritando, a mí me gustaba quedarme, aunque era difícil escuchar eso”.

Con el pasó de los años, Montenegro García se dedicó no solo a interpretar el canto cardenche, sino también a rescatar piezas antiguas que estaban a punto de desaparecer. Como parte de sus proyectos para difundir este tipo de canto y mostrarlo a las nuevas generaciones, ella y otras exponentes conformaron el grupo llamado Mujeres Cardencheras (creado por Alma Leticia y María Guadalupe Ríos en 1985) con el que han viajado a diversas ciudades como Guadalajara, Coahuila, Ciudad de México, Querétaro, entre otras, para promover este tipo de canto folclórico.

“Mantener Mujeres Cardencheras ha sido muy difícil porque hemos picado piedra desde abajo, este canto es muy incomprendido, se necesita tener mucho corazón para escucharlo y para cantarlo, lleva nuestras raíces, nuestra propia vida y la vida de nuestros antepasados, la raíz del árbol, nuestra identidad, es un tesoro que nos dejaron nuestros mayores. Tenemos el compromiso de enseñarlo hasta donde nos alcance la voz”.

Además de Alma Leticia Montenegro García (voz ladina), Mujeres Cardencheras se conforma por Catalina Bañuelos Chávez (voz de en medio), María Guadalupe Ríos Herrera (voz profunda) y Evangelina Núñez Soto (voz baja), quienes tienen entre 69 y 77 años de edad, por lo que son también de las pocas cardencheras que aún quedan en México, ya que -señala Alma Leticia- los jóvenes no se interesan por aprender este tipo de canto.

“En mi pueblo ya nomas queda un alabancero, acaba de fallecer Marcelino González, uno que tenía 102 años, nosotras somos de las últimas intérpretes del canto cardenche, el cardenchero que aún vive se llama Rómulo Nava”.

“Hemos impartido talleres sobre este canto, pero los jóvenes no se sienten identificados. Las chicas se interesan muchísimo, pero de entrada el canto no les dice mucho, hasta que les platicamos de nuestras tradiciones, cómo se baila y todo eso, entonces ahí se interesan”.

Alma Leticia Montenegro considera que las autoridades deben reconocer la importancia de preservar este y otros cantos folclóricos mexicanos y destinar recursos suficientes para que éstos no desaparezcan. Y es que a lo largo de los años, Mujeres Cardencheras ha recibido el apoyo de algunas instituciones. Sin embargo, la gran mayoría de su trabajo, lo han realizado de manera independiente.

“Lo que hace falta son dos palabras ‘meterle recurso’ y el gobierno no lo quiere hacer, aunque tenga la capacidad monetaria, quieren que vayamos, hagamos talleres, pero para eso se necesita recurso, quieren que el canto se preserve, pero sin meterle dinero, así es imposible, casi quieren que nosotras pongamos el recurso para ir y venir. La mayoría de las autoridades no apoyan este tipo de proyectos, prefieren apoyar proyectos que atraigan a mucha gente, y se les olvida que lo que el árbol tiene de verde es por lo que está sepultado en la tierra”.

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Visita a Querétaro

Recientemente la agrupación Mujeres Cardencheras se presentó en Querétaro, con motivo del IX Encuentro de Son y Música Tradicional Cosechando Tradición, realizado en el Centro Cultural Casa del Faldón, donde además se presentaron agrupaciones como Trío Azor Huasteco, Círculo de Son, Aguaviento, Trío Corazón de mi Sierra (todas agrupaciones queretanas); Colectivo Cacomixtle (San Juan del Río), Trío Guanaxteco, además de Sebastián Jiménez y sus huapangueros (ambas agrupaciones de Guanajuato).

Para Alma Leticia, su experiencia en Querétaro fue grata, pues dice, valora los eventos de este tipo, en donde se difunde la música tradicional mexicana.

“Nuestra experiencia en Querétaro fue maravillosa, fue un evento muy valioso porque sabemos que es difícil reunir a las agrupaciones y la gente fue muy atenta, ha sido uno de los lugares donde nos sentimos tan a gusto, no nos queríamos venir, nos subimos al camión llorando, conmovidas”, refiere.


*(Dato obtenido de https://mujerescardencheras.com/wp/sample-page)