Homero y Capó son dos hermanos rarámuri que constantemente se empujan el uno al otro a superar su tiempo récord porque comparten el sueño de convertirse en atletas reconocidos; sin embargo, el tiempo empieza a distanciarlos entre ellos. Mientras Homero sigue buscando convertirse en el corredor más grande de todos los tiempos, su hermano mayor termina cayendo en las redes de la delincuencia organizada en su intento por buscar un mejor futuro. Ésto provocará que el menor tenga que tomar una decisión de vida o muerte para poder salvar la vida del mayor.
De esto trata Correr para vivir, el primer largometraje de Gerardo Dorantes –director mexicano– y que estará disponible en todas las salas de cine del país a partir de hoy, 25 de abril. Esta propuesta nace del interés del director por capturar a través del cine el fenómeno de cómo la delincuencia organizada ha penetrado el corazón de la región tarahumara y el cómo se aprovecha de su condición vulnerable y los termina utilizando como un eslabón dentro de su estructura delictiva.
Con la finalidad de conocer un poco sobre el detrás de escena de la película, los integrantes del elenco principal Manuel Cruz Vivas (Capó) y Osvaldo Sanchez (Jacinto) realizaron una entrevista para DIARIO DE QUERÉTARO, donde compartieron su propio punto de vista sobre este proyecto y los personajes que interpretan, lo que les llamó la atención y las reflexiones que concluyeron al participar en la realización de esta cinta.
- ¿Sienten que de alguna manera este proyecto toca el tema de la narcocultura?
Manuel: Más que hablar de la narcocultura, que siento que es un contexto que atraviesa a los personajes pero no es 100% el foco, la historia gira en torno a los hermanos rarámuri. De cómo cada uno tiene sus propios talentos y virtudes, pero que al llegar la delincuencia organizada a sus vidas tienen que enfrentar un dilema súper importante para poder sobrevivir. Personalmente, esto me hace sentir que la cinta trata de cómo a pesar de estar en estos contextos tan adversos y culturales, ellos siempre están tratando de cumplir sus sueños. No siento que enaltece la violencia que existe en el país, más bien la nombra y la crítica.
Osvaldo: Justo lo que dice Manuel, siento que la película jamás enaltece este tipo de prácticas. En mi caso, interpreto a un cholo que lejos de ser un tipo de héroe, es un antagonista y es el que rompe la dinámica de estos hermanos.
- ¿Cómo definen a sus personajes? ¿Cuáles son sus cualidades o características?
Manuel: Capó es un corredor nato, además es un buen hijo, buen trabajador y tiene todo el ímpetu de aprender y superarse. Él no acepta ser absorbido por su contexto, así que trata de hacer las cosas bien, pero, claro, su gran corazón no le permite abandonar a su hermano, así que termina sumergiéndose en todo esta problemática para salvarlo.
Osvaldo: Yo interpreto a Jacinto, que como te decía, es un tipo de antagonista. Él viene siendo el representante del crimen organizado, y de alguna manera traté de no juzgarlo por pertenecer a este mundo. Al final era importante voltear a ver a nuestro país con todas estas polaridades, de sí, somos el México con la grandeza cultural y geográfica, pero al mismo tiempo tenemos estas cuestiones sociales que nos marcan.
- ¿Cuál consideran que es uno de los mensajes que tiene esta película?
Osvaldo: Yo diría que es un homenaje a estos jóvenes de nuestro país que desafortunadamente se ven orillados a ser reclutados en las filas del crimen organizado, y de alguna manera buscamos pedir por su redención, para que puedan encontrar una manera más digna de vivir.
- ¿Qué fue lo que les atrajo de este proyecto?
Manuel: En lo particular porque es una propuesta innovadora en muchos de los sentidos, me llamó muchísimo la atención la historia, porque sentía que no se parecía a otra, al menos no desde el cine mexicano. Es un thriller de acción que en todo momento te tiene al borde de la butaca.
Osvaldo: Coincido, además siento que son temáticas que no tenemos que quitar el dedo del renglón, ni hacernos de la vista gorda. Esta cinta tenía esas dos virtudes, ser un proyecto que puede entretener y al mismo tiempo que puede invitar a la reflexión.
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- ¿Por qué tocar este tema desde el cine?
Manuel: Creo que el cine es un arte que tiene la capacidad de exponer problemáticas que nos atraviesan y de ser un espejo de la sociedad. Cuando vemos este tipo de situaciones frente a nosotros, en la pantalla, como audiencia nos permite poder mirarlas desde un ángulo diferente y entender que podemos, de alguna manera, cambiar para mejorar el contexto en el que vivimos. Es una herramienta muy importante porque nos permite ser críticos de nuestro entorno.
Osvaldo: Precisamente porque el nivel de comunicación que nos otorga la ficción nos permite adentrarnos emocionalmente con lo que está sucediendo y poder realizar un examen reflexivo sobre lo que estamos viviendo.