Las luchas energéticas de comunidades indígenas y en barrios de ciudades, que muestra el documental "La energía de los pueblos", darán el comienzo este jueves en México de la segunda edición Festival de Cine de Barrio (Feciba).
Este evento, que se llevará a cabo del 3 al 6 de diciembre, propone pensar nuevos escenarios a través del cine, crear identidades, descentralizar la cultura y sobre todo hacer comunidad.
En el 2018 comenzó el camino del Feciba, luego de que el documental "El abuelo banda", del director Juan Meza, llegara a Nezahualcóyotl, municipio del Estado de México, para exponer los procesos comunitarios que trajeron paz al municipio que por años ha sido caracterizado por violencia e inseguridad.
Según narra Emiliano Escoto, director general del festival, el proyecto nació de la nostalgia de "los viejos cines de barrio" y con la idea clara de impulsar a la "gente de barrio" a realizar su propio cine.
Para el 2020 el festival itinerante ha crecido exponencialmente y ahora tiene como sede la alcaldía de Iztapalapa en Ciudad de México, un barrio colindante con Nezahualcóyotl, donde tuvo la primera edición.
Sin embargo, el festival se llevará a cabo de forma virtual a través de FilminLatino y los canales de televisión La Octava y Capital 21 Tv, así como las redes sociales del evento.
32 películas en competencia, talleres, estrenos mundiales, homenajes a personajes icónicos de dichos barrios y charlas con autores como Fernando Frías, director de "Ya no estoy aquí" (2020), son algunas de las actividades que conforman la entrega.
Para Escoto, es importante generar "proyectos comunitarios que vinculen, representen y den espacio a que la gente dialogue, se apropie del cine que quieren ver y de la imagen que se construye de ellos", apunta.
Otra de sus intenciones es mostrar las formas de organización de comunidades y experiencias de personas de barrio que han logrado salir adelante sin recurrir a la violencia como forma de vida.
MUJERES CINEASTAS Y DEBATE ENERGÉTICO
"La energía de los pueblos" del colectivo feminista La Sandía Digital, con el que se inaugura el Feciba este jueves, es un ejemplo del alcance que una comunidad puede llegar a tener cuando hay organización y responsabilidad civil.
El documental muestra el trabajo que comunidades de Guatemala y México han realizado para tener acceso a la electricidad por medio de procesos sostenibles y justos, en respuesta a los megaproyectos que han puesto en riesgo la integridad de sus vidas y territorios.
"Nuestra idea es mostrar esa dignidad de los pueblos y demostrar que sí es posible pensar las cosas de otro modo", dice a Efe la antropóloga y directora de contenido del documental, Mónica Montalvo.
Asimismo, la directora Marie Combe hace hincapié en que el tema energético suele ser un debate liderado por las esferas del poder y que es necesario abordarlo desde lo popular.
"El documental plantea dos preguntas que el poder no se quiere plantear: energía para quién y para qué", apunta Marie, quien señala que las decisiones suelen responder únicamente al sistema económico que rige el mundo.
Aunque ir en contra del capitalismo pareciera una lucha imposible de enfrentar, el documental muestra las alternativas que dichas comunidades han planteado con éxito y es acompañada por una campaña que pone en la mesa el debate energético.
"Las comunidades tienen derecho a decidir sobre su vida y sobre qué desarrollo quieren", explica Mónica.