La Agojie fue un ejército de mujeres que se dedicó a proteger el reino africano de Dahomey (hoy Benín, en África Occidental) desde finales del siglo XVII y hasta las últimas décadas del siglo XIX, y cuyas guerreras fueron conocidas por sus capacidades extraordinarias y gran ferocidad en el campo de batalla.
Su historia ha inspirado La Mujer Rey (Estados Unidos, 2022), una película de acción que llegará a las salas de cine mexicanas este 13 de octubre.
Dirigida por Gina Prince-Bythewood y escrita por Dana Stevens, la cinta es protagonizada por Viola Davis quien interpreta a Nanisca, una general que entrena a una nueva generación de combatientes para luchar contra sus enemigos.
De acuerdo con la también ganadora del Oscar y coproductora del filme, encarnar a este personaje no fue del todo complicado, ya que existen muchas similitudes entre ella y Nanisca, que aunque no existió, es una amalgama de las generalas Agojie que pudieron haber existido en ese entonces.
“Vi reflejada mi propia feminidad. Vi mi negritud. Vi ahí un importante pedazo de historia. Siempre he señalado que cualquier pedazo de historia es importante, incluso aquello que parece pequeño y minúsculo. Creo que el mundo exige hoy día estas narraciones”.
La actriz añadió que se trata de un proyecto que no solo recupera la historia de estas amazonas africanas, también presenta otra idea sobre la mujer y la feminidad.
“Todas esas cosas que se me inculcaron de joven… cuando yo quería ser campeona en concursos de belleza, cuando sentía que debía lucir bien en bikini, cuando deseaba ser delgada y linda, hermosa, cuando en realidad yo era musculosa y gruesa (…) Nunca sentí que mi propia feminidad pudiera generarse sobre un lienzo tan genérico. Y, de pronto, con este papel, mis músculos, mis brazos, mis gruesas piernas, mi pesada voz, todo encajó a la perfección. Cuando caminaba en los sets encarnando a Nanisca, no sentía pudor alguno. Lo celebraba físicamente, de todas las maneras posibles”.
Nuevas narrativas en la industria del cine
Los orígenes de La Mujer Rey son atribuibles a la productora Maria Bello, quien conoció la historia de las Agojie durante un viaje por África Occidental. Le pareció que era buena idea llevarla a la pantalla grande, y entonces armó su propio staff integrado mayoritariamente por mujeres.
“Esta historia no es muy conocida, hay una gran cantidad de culturas que hemos pasado por alto y que nadie ha representado en el cine. Aquí teníamos una oportunidad de contar una historia épica y verídica, acerca de mujeres verdaderamente excepcionales”, afirmó la guionista Dana Stevens sobre la propuesta.
Aunque el filme es una ficción sobre las guerreras, recupera muchos aspectos de su historia. Se desarrolla en 1823, cuando el reino de Dahomey era gobernado por el Rey Ghezo, y muestra parte del dilema de si continuar o no participando en la venta trasatlántica de esclavos.
Debido a que gran parte de la historia sobre la Agojie se encuentra en las narraciones de viajeros y comerciantes europeos –poco confiables por rebosar toda clase de prejuicios–, la producción diversificó sus fuentes con un saludable escepticismo en torno a los orígenes de dichos estudios, en los que incluso se retomaron antiguas ilustraciones para darse una idea de cómo pudieron haber lucido las guerreras.
El mismo título de la cinta alude a la estructura organizativa de Dahomey, en la que el rey podía elegir una mujer rey para que gobernara con igualdad de poder y derecho.
A decir de la productora Cathy Schulman, en la cultura de los Dahomey todos los papeles sociales se balanceaban mediante un líder masculino y una lideresa; desde los generales militares hasta los asesores financieros, pasando por los líderes y lideresas en el plano religioso.
“Esta cultura poseía una dualidad sin parangón (…) Es como una fantasía de lo que podría ocurrir si para cada empleo, incluyendo los cargos militares de alto rango, se pudiera nombrar a un hombre y a una mujer el yin y el yang de la administración–. Y esto ocurrió en el mundo real”, afirmó.
La Mujer Rey también cuenta con las actuaciones de por Thuso Mbedu, Lashana Lynch, Sheila Atim y John Boyega.
Fue grabada en Sudáfrica y 90% de las peleas fueron realizadas por las protagonistas, quienes recibieron entrenamiento en judo y artes marciales con estilos africanos como el Zulú .
Las armas utilizadas son réplicas de las originales y los sets se ajustan a lo que se podría haber encontrado en Dahomey aquella época; por ejemplo, una casa Tata Somba, es decir, el primer estilo de casa de dos pisos desarrollado por la humanidad.
